El 14 de septiembre de 2015 marcó un hito en la historia de la ciencia. Aquella mañana, los dos detectores del proyecto internacional LIGO en Estados Unidos (Hanford y Livingston) registraron por primera vez una señal inequívoca de ondas gravitacionales, provocada por la colisión de dos agujeros negros. Una breve vibración, de sólo dos décimas de segundo, bastó para abrir una nueva era en la astronomía y confirmar, un siglo después, una predicción clave de Albert Einstein.
Entre los investigadores que participaron en este descubrimiento histórico se encontraban científicos de la Universitat de les Illes Balears (UIB), integrados en la colaboración LIGO. Diez años después, la UIB conmemora este hito con un programa de actividades científicas y divulgativas que miran tanto al pasado como al futuro de una disciplina que ha transformado la forma en que observamos el universo.
Como celebración, el grupo consolidado de Física Gravitacional: Teoria i Observació (Gravity), miembro del Institut d’Aplicacions Computacionals de Codi Comunitari (IAC3) de la UIB, ha organizado la reunión científica «The 10th Anniversary of the Discovery of Gravitational Waves» en el auditorio del Parc Bit, en Palma. La reunión cubrirá el contexto histórico y el impacto del primer descubrimiento, los aspectos más destacados del presente apasionante de la astronomía de ondas gravitacionales y sus prometedoras perspectivas de futuro.
En el congreso participan científicos de primer nivel que han destacado por sus aportaciones al desarrollo de las ondas gravitacionales.
La menorquina Alícia Sintes, directora de IAC3 y una de las organizadoras de la reunión científica, manifestó este lunes, durante la presentación de los actos de la conmemoración, que «con la detección de las ondas gravitacionales escuchamos el sonido del universo por primera vez». Sintes expresó el «orgullo» de la participación y del papel clave de la UIB, y destacó que «lo que fue una señal única se ha convertido ahora en una sinfonía, con más de de 300 detecciones realizadas hasta ahora». La participación de la UIB, apuntó Sintes, «ha servido de inspiración a nuevas generaciones de físicos, despertando vocaciones en una Mallorca que participa en una de las mayores aventuras científicas de este tiempo. Antes sobraban plazas en el grado de Física. Ahora tenemos solicitudes de todo el mundo para una plaza de postdoctorado en nuestro grupo de investigación».
Gravity también participa en los proyectos del Einstein Telescope, cuya ubicación en Europa está por decidir, y de Lisa, el observatorio espacial que será capaz de detectar los primeros momentos del Big Bang y de la formación de las galaxias.
... acabaremos por oír el sonido del origen del Universo, porque el intelecto y la curiosidad humanas no tienen límite... lo que nunca oiremos será la voz de dios, porque no existe en el mundo real, sólo en el imaginario...