El viernes por la tarde alzó el telón la IV Fira del Formatge Mahón-Menorca, impulsada por el Ayuntamiento de Maó y en la que colaboran la Cooperativa del Camp y el Consell Regulador de la Denominación d’Origen Mahón-Menorca. El evento, que acoge íntegro la Plaza Esplanada, reúne a productores, artesanos y demás rostros del sector lechero insular. Se prolonga hasta el domingo.
Tres días dedicados a un alimento tan demandado como capital se distingue para el campo y economía menorquina, e imprescindible para glosar su historia y comprender nuestra identidad. El programa de la cita incluye degustaciones, talleres, demostraciones culinarias e incluso alguna demostración en que música y producto se fusionan.
No en vano, fue este, denominado Formatjazz, el primer capítulo de la Fira, que tuvo lugar en la tarde de ayer, poco después del discurso institucional e inaugural. Una agradable propuesta que protagonizó la banda Jaç de Folk, banda sonora para una degustación que comprendió diferentes quesos locales e internacionales (media docena).
La Fira congregó gente desde que arrancó, a primera hora de la tarde. Lugareños y turistas fueron llegando para explorar un universo de sabores. Bajo un par de grandes carpas se alojaron los diversos estands, con mayoría de producto local, pero también con presencia de quesos foráneos. Afuera, a sus alrededores, se expusieron los diríase productos de complemento: vinos, aceites, miel, embutidos...
El itinerario de la Fira contempla para los otros dos días (sábado y domingo) una serie de muestras de cocina, como la que llevará a cabo el joven y reputado chef de Ciutadella, Joan Taltavull, bajo la denominación «Formatge en textures», que fusiona el queso local con producto de mar.
Mientras, Pep Pelfort, miembro del Centre d’Estudis Gastronòmics Menorca, hará un viaje en el tiempo, a la época del Imperio romano, por medio de «Moretum», receta mediterránea con orígenes en la antigua civilización que mezcla queso y hierbas.
Ya para el domingo, día de clausura de la Fira, tendrá lugar el taller de Rosa Rotger, impulsora del blog especializado Tiberis, con una receta del siglo XVIII rescatada del recetario de Fra Rotger; un pastel de queso con vermut de Binitord y helado de leche de vaca local.
En el ámbito institucional, la concejal de Promoción Económica Susana Salom hizo el discurso inaugural. Aludió a que el Queso Mahón-Menorca no puede entenderse «sin el paisaje» en que se enclava y sin un «campo vivo y cuidado», advirtiendo que cualquier «cambio» que se promueva al respecto «pone en riesgo» el producto y por extensión, «nuestro modo de vida».
Tras ella tomaron la palabra la consellera Maria Antònia Taltavull y Bosco Triay, presidente del Consell Regulador de la DO Queso Mahón-Menorca. Todos coincidieron en que el menorquín es «el mejor queso del mundo». Por su parte el alcalde de la ciudad, Héctor Pons, comentó que para Maó es un «honor» dar nombre al queso, «lo que tiene su historia», si bien precisó que es un producto «de Menorca y de todos los menorquines». Y tras agradecer a los diferentes entes y personas que colaboran en la Fira, Héctor Pons lamentó «la ausencia» en esa relación del Govern balear.
¿Su potencial? Si no fuera por todo el dinero que se le inyecta con fondos públicos, la decadencia pura y dura. Si tuviera potencial debería ser casi regalado para quien lo sufraga. La subvenciones deberían ser únicamente para la agricultura sostenible que al menos es fuente de salud. Luego vienen los lloros por los aumentos de "enfermedades" mortales.