Matar dos pájaros de un tiro dándole una segunda vida al plástico recogido en agua menorquinas y ofreciendo un producto que contribuya a mitigar a la plaga de colillas que dejan tras de sí los fumadores. Es la solución circular que impulsa la empresa Per la Mar Viva Pro, que a partir de mañana pone a la venta ceniceros fabricados con plásticos extraídos del mar y con latas recuperadas de los botellones del puerto de Ciutadella y de las rocas para crear una plancha en la que apagar los cigarrillos: dos residuos recuperados y reciclados para evitar que un tercer residuo termine en el suelo o en el agua.
La idea surge de la campaña que el año pasado se llevó a cabo en el lago de Cala en Bosc por parte de Per la Mar Viva y Nexport, la concesionaria del puerto deportivo, titulada «Las colillas al cenicero», en la que se constató la preocupante cantidad de colillas que se recogieron del suelo y de la lámina de agua, con un cálculo de más de 40.000 colillas solo en esta zona a lo largo de la temporada. La campaña fructificó con la instalación de ceniceros en el perímetro del puerto.
En el marco de esta campaña Per la Mar Viva realizó una encuesta entre los fumadores que transitaban por el muelle. Las entrevistas revelaron que el 90 por ciento de los fumadores desconocían que existen los ceniceros de bolsillo. De ahí surge la idea de ofrecer a los fumadores una manera de eliminar los restos de los cigarrillos y de dar una segunda vida al plástico que flota en el mar. Es el primer proyecto propio de reciclaje de plásticos de Per la Mar Viva, que contará con la colaboración de las empresas Tacones Prats e Idees Menorquines y que se ha encontrado con un apoyo financiero inesperado.
Hasta diez empresas concesionarias de servicios de playa de Ciutadella han escogido a Per la Mar Viva para aportar entre el uno y el cinco por ciento del precio de la concesión con el objetivo de ganar puntos en el concurso, una condición introducida por el Ayuntamiento en los pliegos que le va a suponer a la entidad una inyección de 20.000 euros que se destinarán íntegramente al proyecto.
... loable intención... pero me temo que parcialmente inútil... recordemos que hablamos de FUMADOR@S, uno de los grupos más guarros de seres humanos... si ya les viene grande hacerse responsables de sus colillas, a las que abandonan por aquí y por allá de cualquier manera, cómo van a concienciarse aún más si ahora tendrán que cargar con el cenicero portátil, llenarlo pacientemente y luego tener incluso que ir a buscar una papelera o container para vaciarlos y reutilizarlos ... pronostico que a las primeras de cambio tirarán todo al suelo, colillas con o sin receptáculo, y el problema se acrecentará aún más...