El titulo del artículo, este sábado lo encabezo con la expresión mallorquina "Vatuadell cent llamps" usado habitualmente como sorpresa desagradable; hay muchos dichos mallorquines que me encantan, por ejemplo "Vatuadell, vols se merda i no arribes a pet" o "Me cag en ses vetes des calçons blancs des foraviler que va fer es clot on sa va plantar sa figuera on se va penjar en Judes es Dijous Sant"...sigue el precio que me cobraron por una caña, por supuesto no de pescar.
La pasada semana, concretamente el día 18, con mi esposa nos desplazamos a Palma de Mallorca, si «de Mallorca», me gusta nombrarla como se ha venido haciendo desde hace muchos años y como la clase política no tiene cosas más importantes que hacer, a cambiar nombres tocan...En mi época de residente mallorquín, mis colegas de pueblo, cuando se desplazaban a la capital, decían: «baixaré a Ciutat». Que bonito e importante recordar las palabras mallorquinas, menorquinas usadas por nuestros abuelos y sus antepasados… Per baixar a Ciutat, nuestro medio de transporte escogido fue un taxi, por cierto como han cambiado a mejor, el gremio, apreciado lector recordarás aquel tiempo pasado, cuando parabas alguno, lo único que deseabas es que en su interior estuviera limpio y el conductor no oliera a "tigre"...por supuesto sus coches eran bastante cutres.
Comentando con el taxista como iba la temporada turística, afirmó que estaba muy contento, que tenía que trabajar muchas horas, para ganarse ses garroves, cuando le pregunté que opinaba sobre los cruceros, en concreto la intención política de los que nos gobiernan actualmente de limitar las llegadas al puerto palmesano, bueno, bueno, respuesta sin pestañear: «Si la Presidenta Armengol, en vez de "trabajar" en el Consulado del Mar, o sea, es Consulat de la Mar, seu des Govern Balear, tuviera un taxi, un bar, un restaurante, una tienda de souvenirs, etcétera, en vez de reducir las llegadas, seguramente les pondría una alfombra roja»...Mas comentarios por su parte, que no creo oportuno publicarlos, pero se preguntaba: «Los que van a las manifestaciones anti crucerístas, ¿cuantos deben ser autónomos, empleados del sector turístico y no funcionarios/empleados de la Administración pública?» Yo por supuesto respeto sus opiniones, es autónomo, paga religiosamente sus impuestos, tiene un plan de pensiones privado, porque no se fía de la pensión pública, a medio y largo plazo...Tiene más razón que un santo, si una expresión religiosa, que me encanta, no así a un tal Manumenorca.
En la calle General Riera, en un pequeño bar enfrente de las Hermanitas de los Pobres, nos sentamos en una mesa exterior, ya que tenía que conectar con Cope Menorca, para el programa diario de las 12:25, tomamos un café con hielo y una caña de cerveza...nos lo sirven acompañado de una croqueta de verdura y un montadito de atún...paso al interior para pagar la cuenta al propietario/camarero... agradable sorpresa, todo 2,70 euros IVA incluido. Nos dirigimos a la plaza de Ses Tortugues, per fer temps abans de dinar, la terraza del Bar Bosch, a tope, el Cappuccino un par mesas vacías, pedimos dos cañas de cerveza...pedimos la cuenta, vatuadell cent llamps, 7 euros IVA incluido, no nos cobraron los cacahuetes y servidos por una camarera con el uniforme de la franquicia, per cert molt mona.
Palma de Mallorca, como las grandes ciudades, hay unos contrastes muy acentuados, saliendo de comer nos encontramos una persona no muy mayor, rastreando buscando restos de comida en un contenedor de basura, otro durmiendo en un banco de piedra, en la Plaza del Mercado, todo esto en pleno centro…Seguramente no, lo afirmo, estos pobres ciudadanos con 3,5 euros en el bolsillo, no se sentarían a tomar una caña de cerveza en una de las terrazas de la Plaza del Rey Juan Carlos I, en bon mallorquí, Plaça de ses Tortugues, irían a un supermercado y con el mismo importe comprarían un pack... Per desgràcia, en casos axi... si vivim coses veurem.