El escritor francés François-Henri Désérable (Amiens 1987) había tomado la decisión de viajar a Irán antes de que se produjeran las manifestaciones de protesta en el país por la muerte de Mahsa Amini, una chica kurda detenida en Teherán porque su velo no le cubría todo el velo. Su plan era seguir los pasos de Nicolas Bouvier y Thierry Vernet quienes en 1953 viajaron por Asia en una Fiat Topolino y contaron su experiencia en un libro titulado “Los caminos del mundo. Viaje desde Yugoslavia hasta la frontera con la India”.
Cuando estallaron las protestas y la brutal represión por parte del régimen de los ayatolás, las autoridades francesas aconsejaron a Désérable que cancelara su viaje. Era un buen consejo, la teocracia iraní recelaba de los viajeros extranjeros, especialmente si creía que eran periodistas, y muchos de ellos eran encarcelados o expulsados.
Sin embargo, el autor de “Un tal Sr. Piekielny” y “Mi dueño y mi señor” hizo caso omiso de las llamadas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia y continuó con su viaje a Irán. Una vez allí, jugándose el tipo, cruzó el país de un extremo a otro, desde Teherán hasta los confines de Baluchistán.
Al volver a París escribió sus experiencias en El deterioro del mundo. Una travesía por Irán un espléndido libro de viajes, lleno de personajes interesantes, observaciones y anécdotas curiosas, sentido del humor y además muy bien escrito (sin duda ello demuestra que la catedrática y traductora Lola Bermúdez Medina ha hecho un excelente trabajo).
Désérable traslada al lector un preciso y actual retrato del país persa en el que se aprecia el deterioro de un mundo, el de una impopular República Islámica que reprime con sangre las aspiraciones de gran parte de la población y en especial de las mujeres y los jóvenes.
El libro tiene la cualidad de ser breve (no le sobra nada) y termina como si fuera una novela. ¿Qué más se puede pedir?
El deterioro del mundo. Una travesía por Irán
François-Henri Désérable
Traducción de Lola Bermúdez Medina
Editorial Cabaret Voltaire
178 páginas