El biólogo indio Siddarth Shrikanth presenta en Cómplices de la naturaleza algunas interesantes propuestas que combinan desarrollo económico con la conservación de la naturaleza.
Su argumentación se fundamenta en un conjunto de ideas recientes basadas en el concepto de capital natural. «Si queremos cumplir con el imperativo de proteger y restaurar nuestro planeta– afirma- no podemos seguir tratando la naturaleza como una maravilla lejana de la que disfrutar ocasionalmente antes de replegarnos de nuevo en nuestra carrera hacia la modernidad: el capital natural sustenta de manera fundamental nuestro bienestar y merece un lugar central en nuestro enfoque económico».
Además de tener una formación científica y medioambiental, Shrikanth curso estudios de posgrado en la escuela de negocios de Stanford y ha participado en diferentes iniciativas, empresariales e institucionales, vinculadas una protección de la naturaleza compatible con el rendimiento económico. Sus propuestas, sustentadas con algunos ejemplos de éxito- incluyen el ecoturismo, la renaturalización y regeneración de tierras, las junglas urbanas o la defensa de las comunidades indígenas, entre otras.
Expone casos como la recuperación del Pantanal, la mayor zona húmeda tropical del mundo, en Brasil, gracias a una iniciativa de turismo ecológico, la transformación de la finca del castillo de Knepp, en Gran Bretaña, en un lugar de restauración de la naturaleza o la creación en Singapur de un gran parque sobre lo que antaño fue un río hormigonado utilizado por el drenaje.
El autor aboga también por explorar soluciones tecnológicas verdes, para algunos problemas como el desbordamiento de los cauces de los ríos, en lugar de anteponer siempre las infraestructuras basadas únicamente en el cemento.
Para Shrikanth, la piedra angular de la defensa económica de la naturaleza es el reconocimiento de nuestra dependencia esencial de ella: el hecho que vivimos en ella. «Durante demasiado tiempo – dice- se ha considerado que la naturaleza es natural solo si es prístina y está alejada de los asuntos mundanales del día a día de los seres humanos, reservada a los documentales y a las postales. Este pensamiento es poco más que una fantasía, y peligrosa por cierto, que alimenta la idea de que de algún modo nos hemos desvinculado nosotros mismos y nuestra economía moderna de la dependencia del mundo natural».
Cómplices de la naturaleza no solo aboga por dar incentivos económicos para proteger el medio ambiente, sino que nos invita, en sus páginas finales, a cultivar el sentimiento de admiración hacia la naturaleza que habita en lo más profundo de todos nosotros.
Cómplices de la naturaleza
Siddarth Shrikanth
Traducción Antoni Bosch Domènech
Antonio Bosch editor
227 páginas