Hijo de madre ruandesa y padre francés, Gaël Faye es un escritor y popular cantautor que en 2016 debutó con la novela Pequeño país en la que hablaba del genocidio de Ruanda a través de los ojos de un niño. Tras el éxito que obtuvo ha repetido fórmula en El jacarandá que el año pasado fue premiada en Francia con el Prix Renaudot.
Milan, el narrador de su nuevo libro, es, como el propio Faye, franco-ruandés, aunque en su infancia su madre nunca le habló de sus orígenes ni de su familia. Cuando tiene doce años llega a su casa un chico de su edad, Claude, un pariente del que desconocía todo, con una enorme herida en la cabeza. Como en su casa no hay más espacio los dos duermen en la misma habitación.
Por las noches Claude llora en sueños y a Milan le vienen a la cabeza las imágenes de televisión que había visto la primavera pasada. «Mascares con arma blanca, cuerpos hinchados y blanquecinos flotando en ríos y lagos, iglesias con cadáveres esparcidos por el suelo».
Un día Claude desaparece y Milan pierde al hermano pequeño que siempre había deseado. No lo vuelve a encontrar hasta cuatro años después cuando sus padres se divorcian y él acompaña a su madre a Ruanda. Al principio sentirá rechazo de aquella vida tan diferente a la de París, más salvaje y mucho menos refinada. Pero poco a poco el país africano, su trágica historia y los nuevos amigos ejercerán un gran atractivo sobre él. Allí conocerá las secuelas del pasado colonial, las heridas aún abiertas del genocidio contra la etnia tutsi a la que pertenece su familia materna, los intentos de reconciliación.
Entre sus nuevas amistades, una niña que se refugia en un árbol, un jacarandá, para desentrañar los misterios familiares y los horrores de la historia reciente de Ruanda. Un árbol de flores violáceas que, como una novela, nos habla del país africano.
El jacarandá
Gaël Faye
Traducción de Lydia Vázquez
Editorial Salamandra
253 páginas