Un director del Hospital con historia.

Hablamos del Médico Mayor D. Julián Soto y Fernández (Guadalajara 1848- Mahón 1902) que, tras largos años de servicio, murió en la Isla del Rey, en el propio Hospital Militar del que era Director,un 29 de marzo de 1902 a consecuencia de una tuberculosis pulmonar.

Nos llegó su Hoja de Servicios en enero de 2010, a través de su bisnieto Juan Antonio Albiñana, entonces General Jefe de Estado Mayor de la Capitanía General de Barcelona.

Se diplomó nuestro hombre en Medicina en la Complutense y de acuerdo con los tiempos de abono anotados por estudios, se le computaron seis años.

Y, desde luego, analizar la vida y servicios del Médico Mayor (grado en Sanidad equivalente al de Coronel de las Armas) , es impresionante. Recordar como aquellas generaciones vivieron las Guerras Carlistas, en el caso del Médico de Segunda Soto en tiempos de la Primera República Española (1871-1873) y posteriormente la Guerra de Cuba, sufriendo incertidumbres, cambios de destino constantes, enfermedades y heridas, cuando no la muerte.

Se inició Soto en las operaciones en el Maestrazgo en plena Guerra Carlista a las órdenes de Weyler para incorporase pronto al Ejército de Operaciones en Cuba, donde también Weyler tendría gran protagonismo.

Nuestro médico sirvió en la Isla Caribeña en dos períodos. Seis años (1874-1880) en unidades operativas -Batallón de Cazadores de Antequera, Regimientos de Caballería Almansa y Talavera- en un primer período, del que regresó a España enfermo. El segundo período, ya ascendido y al que se incorporó «por sorteo entre médicos mayores» abarca desde 1895 a 1900. Allí será responsable sucesivamente del Hospital Militar de Holguín, después de los de Guanajay, Santiago de las Vegas y Matanzas y finalmente del Hospital de Beneficencia de La Habana. Entre bajas por enfermedad –«vómito negro»- dirigió el Barco Hospital que le trajo a España, siendo nombrado después director del Hospital de Repatriados de Capuchinos, Málaga. Tras el paso por las Academias de Ingenieros y de Caballería, dirigió el Hospital Militar de Pamplona antes de ser destinado al de Mahón (23 de junio de 1900) donde fallecería, a los 54 años.

La Medalla de Cuba con distintivo rojo, dos Cruces Rojas al Mérito Militar, la segunda de ellas pensionada y declarado «Benemérito de la Patria» por las Cortes, se unen a sus dos ascensos por méritos de guerra y otras distinciones.

Importante en su Hoja de Servicios: Valor militar: ACREDITADO; valor profesional: ACREDITADO.

A su estancia en Mahón se refieren las vicisitudes de su Hoja de Servicios de 1900, 1901 y 1902 años en que compatibilizó la Jefatura de Sanidad Militar de la Plaza con la de Director y Jefe de Servicios de su Hospital Militar de la Isla del Rey, encargado de las clínicas de Medicina, Cirugía, Heridos, Venérea, Cutáneos y Oftalmológicos. ¡Para que se quejen los médicos de hoy!

Fallecidos en1902 en la Isla del Rey

Por encima de recuperar «las piedras» -el edificio del Hospital de la Isla del Rey-, siempre priorizamos su alma, la que integra todas estas vivencias y testimonios.

El Médico Mayor D. Julián Soto y Fernández, forma indiscutiblemente parte de ella.

Luis Alejandre Sintes

Presidente F.H.I.R.