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Carta de los lectores

Crónica de la verdad

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Agosto del 2000. Es la fecha en que me vi obligado a escribir el primer cápitulo de lo que, desgraciadamente, se ha convertido en una saga, para unos titulada Cesgarden, para mí, «Crónica de la verdad», y que aquí doy por finalizada.

En aquellos dias hube de salir al paso de acusaciones cruzadas entre los partidos ,- poder y oposición,- jaleados por cierta prensa, todos ellos actores que, por conocidos, no es necesario identificar y que en su intento de mutua descalificación tribal, procaz y rastrera, se despacharon hasta la injuria contra mí y mi familia... que pasábamos por allí como el Tormes o el Pisuerga por sus ciudades.

Y escribí por primera vez, ... «quiso el azar que mi actividad profesional... tropezara con el clásico rifi rafe entre tirios y troyanos que es siempre una refriega en la que no importa lo correcto, lo razonable ni lo justo, solo queda espacio para la rencilla, la injuria y la acusación arbitraria»…

Y comprendí que.en tales circunstancias siempre se noquea la verdad ... y que... «como todas las comunidades humanas, Menorca integra su cuota de fariseismo, mentira y bajeza moral. Y en este caso nos ha tocado a nosotros enfrentarnos a ser victima propiciatoria y de esa cuota»…

Mi escrito de entonces, irrebatido por irrebatible, centró la verdad moral, y con ella a nuestro lado superamos y digerimos, -pero no olvidamos-, aquel bronco episodio...

Mayo 2000. Tres grupos de empresarios se comprometen en un proyecto común y lo tramitan de forma reglamentaria ... y más adelante lo culminan haciendo gala de un comportamiento ético ejemplar.

Julio 2000. La Administración deniega el proyecto apoyándose en una norma sobrevenida, a la que tiene derecho remitirse pero que, posiblemente, devengue derechos indemnizatorios.

Mayo 2003. Aprobación del Plan Territoial Menorca (PTI) con deslocalización y adjudicación de parte del aprovechamiento del proyecto primitivo para materializar en un nuevo suelo urbanizable.

Junio 2003. Contra el PTI, como es rigurosamente democrático y exigible, todo aquel ciudadano que percibió lesionados sus derechos planteó, en forma y plazo, sus legítimas demandas. ... Nosotros entre ellos.

Septiembre 2003. Con independencia de la interposición del recurso y desde la aprobación del PTI, mi empeño como arquitecto consistió en acatar rigurosamente e implementar, a la mayor brevedad posible, las opciones de desarrollo contenidas en el Plan Territorial y, consecuentemente, exploré las vías posibles y redacté los documentos necesarios para activarlas observando el escrupuloso cumplimiento de las determinaciones del PTI para el sector a mi cargo. ¡Todavia corrían los años previos a la crisis!

2004-2009. Todos los esfuerzos, iniciativas y propuestas para desarrollar el PTI en nuestro ámbito toparon con un bloqueo municipal, radical y puntilloso y, -en nuestra opinión,- nunca convincentemente justificado.

Pese a esa interlocución indolente y exasperantemente ineficiente, hasta 2009, me empeñé en mantener abiertos los canales de diálogo con los diversos responsables de Urbanismo, pidiendo amparo y denunciando, hasta la saciedad, el colapso de su gestión y, por extensión, el fracaso de la aplicación del Plan Territorial.

Baste apuntar como ejemplo que, para justificar su desarrollo, el PTI obligaba a tener los planeamientos municipales adaptados en un plazo máximo de 4 años, es decir, todo listo en Mayo de 2007...

Sin embargo, con total desprecio de su propia Norma, la Adaptación del Plan General de Alaior se inicio en 2009 y hoy - diciembre 2014 – sigue cuestionada su aplicación.
Y... otros municipios no salen mejor parados.

Todos los que nos dedicamos a la arquitectura, turismo y construcción sabemos que la aplicación del Plan Territorial ,-al menos en lo referente a las zonas turisticas es, a dia de hoy, un auténtico fracaso... o un rotundo éxito si se observa desde la perspectiva del desarrollo cero...

Nunca he logrado averiguar si se trataba de simple ineptitud o de una estrategia hábilmente pergueñada.

El caso es que nuestra buena disposición en el intento de desactivar los arbitrarios bloqueos nos llevó, en reiteradas ocasiones, a ofrecer el desistimiento en los contenciosos, a cambio del simple y reglamentario cumplimiento de la ley de plazos y procedimientos, (asi es, tan sorprendente como cierto y frecuente, el administrado incentivando a la Administración para que se esfuerce en cumplir la ley). Ofrecimientos que fueron siempre recibidos con evasivas, cuando no con palmadas condescendientes... Clar que tens raó però... no hi puc fer res !...

Si me permito una licencia especulativa, los unos por los otros, se les percibia totalmente ajenos a la eventualidad de un contratiempo judicial.

Por desgracia, en 2009, un inesperado acontecimiento luctuoso cerró definitivamente nuestro canal de comunicación.

2011. Sentencia del Tribunal Supremo. Lamentablemente, los excesos de unos y otros acaban financiados por la ciudadanía.

Mayo 2014. El poder perpetra la infamia de una acusación falsa con regusto inquisitorial.

Diciembre 2014. La tozudez de los acontecimientos ha venido a confirmar mi verdad ética, mi verdad moral y mi verdad judicial...

Como colofón diré que: No conozco a los «conjurados».

No conozco a los reunidos en ese intento de ocultar su incompetencia tras la infamia de unas acusaciones falsas, temerarias e impropias de las instituciones a las que representan.

No soy hombre que haga listas, pero lo notaré en sus miradas.

No confío en que tengan el coraje y la dignidad de reconocer sus errores y tratar de restablecer mi honorabilidad en la misma medida en que la han puesto en entredicho.

No obstante quedo abierto a la sorpresa; mientras estudio mis alternativas.

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