Menorca desde la antigüedad ha sido tierra de ganado. La existencia de una cuota de más de 65 millones de litros ha permitido hasta la fecha la conservación del territorio, así como una fuente de ingresos notable, si bien con un importante sobrecoste, debido a la falta de infraestructuras portuarias y de ordenadas zonas de regadío, aprovechando las aguas pluviales y de las depuradoras, a fin de ofrecer al sector ganadero, las tan necesarias materias primas, como son los cereales y pastos de verano y con ello dar viabilidad a las industrias alimentarias de leche, queso y de carne, en donde hoy por hoy tan solo queda la industria de la leche y el queso, ya que en la carne y avicultura resulta prohibitiva toda producción.
Hoy cuando se ha liberalizado la producción láctea salen voces y opiniones sobre la las dificultades que puede acarrear esta liberalización, afirmando que una salida es la producción de carne y queso, pues bien para producir 200 kilos (una res) hacen falta una media de 1200/1500 kilos de cereales y leguminosas, más una importante parte de paja, para un kilo de carne de pollo hacen falta 2'5 kgs., de estos productos, para producir un kilo de queso curado hacen falta 10/12 litros de leche, y para producir 10/12 litros de leche entre 2 y 4 kilos de cereales y leguminosas.
Ante esta exposición uno se pregunta, que han hecho nuestros gobernantes desde hace más de 35 años para evitar esta situación en Menorca, puesto que eran conocedores de estas deficiencias y necesidades, e incluso han ido legislado para que esta situación se perpetuara, podría nombrar a los más responsables pero cuando digo todos, tengo conocimiento y convencimiento que son todos sin excepción, tal vez falto la mordida del 3%. Y aún siguen empeñados en mantener un camino equivocado, porque será, tal vez les falta valor o ser capaces tener visión de saber crear un futuro más próspero, tan necesario para un buen gobernante. La grave situación actual demuestra que es así.
Aquí, quiero recordar a la gran persona de don Gabriel Segui Mercadal, el cual fue el único que defendió estas iniciativas de abastecimiento y creación de regadíos, conocedor de que eran unos grandes retos a superar, así como por su gran visión de futuro apoyo la creación y liberalización del comercio agroalimentario y ganadero, creando las bases de muchas de las infraestructuras y empresas de que hoy nos beneficiamos.
Dentro de esta creación y liberalización del sector agroalimentario en la década de los 80 del siglo pasado, se presentó al Ayuntamiento de Mahón y al Consell Insular, un anteproyecto a nivel individual para la creación un una moderna instalación de descarga de cereales en el puerto de Mahón, en una parcela de 70.000m2, y un edificio de 200 m2 y una altura de 4 metros, aprovechando la altura disponible de la parcela (28 metros sobre el nivel del mar), de acorde con las construcciones próximas, esta iniciativa había sido estudiada teniendo en cuenta las medidas de atraque y descarga que imperan en el mundo de comercio internacional, las cuales de por si son altamente simplificadas para que estas materias primas no tengan sobre coste alguno, cabe decir que en aquellos momentos en Menorca se pagaba el maíz a 25 pesetas kilo y las compañías cerealistas lo situaban dentro del almacén de Menorca a 10'50 pesetas kilo.
Ante toda negativa política, se creó la sociedad CEPIMESA de la que formaron parte más de un centenar de empresas de los sectores, ganaderos, industrias cárnicas y propietarios cuyo representante principal fue D. Carlos Carretero Niembro, tampoco fue posible tal iniciativa, además del proyecto se redacto un extenso estudio, plasmado en un libro que fue entregado a las aAutoridades políticas, conjuntamente a otro anteproyecto, y como he dicho ninguna autoridad dio su apoyo.
Uno de los argumentos era que no era posible en las cercanías del Lazareto de Mahón, había buscar otro emplazamiento, hasta la fecha no se ha localizado. Simplemente es porque es el único lugar del puerto de Mahón capaz de albergar una instalación de este tipo, por la profundidad de sus aguas y por las necesidades de atraque, descarga y maniobra. Cabe decir que el Lazareto de Mahón fue construido para el control de las mercancías del comercio y su existencia y sanidad deriva del comercio no al revés.
Así en la Biblioteca de Mahón hay libros de Pedro Riudavets, que dicen que en la parcela en cuestión, se había planificado mayores almacenes de alimentos, y que no fue posible esta ampliación, al prohibirse el comercio exterior, ante la requisa de la flota menorquina para la guerra de emancipación de América, lo que como sabemos creo una gran ruina, con la emigración de más de 20.000 personas a Argelia y a la Florida.
Por último estando en época de elecciones vamos a ver, que soluciones proponen los futuros políticos, para para dar viabilidad a las correctas necesidades que necesita el mundo ganadero y alimentario, y que creo han quedado plasmadas en este modesto escrito, así como para la población en general, para que tengan un futuro acorde a sus necesidades laborales actuales y de futuro, en donde es necesario ser visionario y valiente, al tiempo.