Pienso que un foro nunca acaba el día que empieza, lo bueno es poder seguir el debate en un campo de participación más amplio, en el acto hay un límite de tiempo para las intervenciones, lo que no permite profundizar en el tema, por eso, me atrevo a dar mi opinión a través de este medio.
En primer lugar manifestar mi admiración por lo visto en la Illa del Rei, fue muy agradable, quiero felicitar a las personas que están haciendo esto posible, enhorabuena a todos los voluntarios.
Una vez dicho esto me quiero centrar en lo dicho en el foro, quiero decir que estoy de acuerdo con mucho de lo que allí se dijo, no obstante creo que el tema estuvo muy centrado en un sentido, el turístico, no cabe duda que es muy importante, quizás el más fácil y posiblemente el más seguro. Pero nuestros antepasados que eran muy listos, nos dejaron un consejo muy útil: «No posar tots els ous al mateix paner».
Allí escuche el sueño de un ponente, en el año 2050 ver una Menorca maravillosa muy agradable y bonita convirtiendo los llocs de Menorca en hoteles rurales y agroturismos. Seguramente yo puedo estar de acuerdo, posiblemente esto sea bueno para todos, sin embargo yo tengo otro sueño, he soñado que en el 2020 ya jubilado, realizaba una vuelta al mundo, en muchos países que visitaba, principalmente grandes ciudades, encontraba alguna tienda que vendieran queso de Menorca.
Aunque se aprovechen las casas y anexos de los llocs para servicios turísticos, en Menorca hay muchas hectáreas de tierra que hay que cuidar, la mejor manera es la que están realizando los payeses, sembrando forrajes y cereales que a través de los animales se convierten en leche y carne para el consumo. Con la experiencia y tradición de toda una vida, esta leche se transforma en queso, si bien es solo uno más de la gran oferta que existe, puede que no sea el mejor, pero tampoco el peor, es un producto que se conserva bien, es poco perecedero y sobre todo se consume en abundancia, puede servir para aperitivo, para cocinar y para postre.
No voy a omitir que las vacas tienen moscas y esto puede molestar a los turistas, yo hablo de sembrar y cultivar las tierras, las vacas pueden estar a una distancia suficientemente separada para no molestar con olores e insectos, actualmente existen sistemas de transporte para hacer esto muy fácil. En Menorca hay suficientes payeses preparados para elaborar este producto, con el tiempo habrá que formar vinicultores y expertos en olivares, pero cuando esto se consiga, también tendremos una gran producción de estos productos que habrá que comercializar.
Quizás el mayor problema es que no se han dado los pasos correctos para la venta del producto final, que al final es lo que realmente interesa, en el foro se dijeron cosas muy ciertas, hagas lo que hagas tienes que ser bueno, en el sector turístico la satisfacción tiene que ser muy alta para vender el producto, tiene que ser de calidad, servicio y precio (incluso los que tienen dinero quieren comprar barato).
Quiero decir que mi opinión está basada en mi experiencia como quesero de una finca de Menorca, no quiero hacer publicidad a través de este escrito, solo diré que está en el centro de Menorca y los que me conocen saben bien de lo que hablo. También recuerdo con mucho cariño las opiniones de mi amigo Jaume Mascaró (que en paz descanse), él también tenía, y su familia junto al aparcero siguen teniendo, una muy buena marca de queso, nuestra amistad se fraguó por las necesidades comerciales y la asistencia a ferias y mercados, la última en Alimentaria de Barcelona, ojalá siguiera con nosotros, era un gran maestro en el tema de la venta.
Quizás no todos los que se dedican al queso les funciona bien, esto es normal, pasa en todos los sectores, siempre depende más de las personas que lo llevan que del producto, sin embargo, ahora me viene a la cabeza una empresa ubicada en el Polígono de Ferreries, empezó siendo pequeña y ahora ocupa toda una manzana de dicho polígono.
No quiero extenderme más de la cuenta porque el tema es largo y complicado. «Lo interesante nunca es fácil», esta frase me la dijo en su día en su hotel de Cala Galdana con motivo de una reunión que mantuvimos hace bastante tiempo con el Sr. Juan Casals, lo he recordado muchas veces, en aquel momento era joven y no le di tanta importancia, cuando te vas haciendo mayor valoras mejor las cosas.
Al final como ya dijo el poeta Calderón de la Barca, la vida es un sueño, y los sueños, sueños son. Pero permítanme que siga soñando, siempre que los sueños sean buenos.