La estrategia de Podemos para las elecciones generales del 20-D, diseñada en Madrid y aplicada con disciplina en Balears, se dirige a la captación de figuras emblemáticas y con prestigio social para encabezar sus candidaturas. Es el caso del general José Julio Rodríguez, exjefe de la Junta del Estado Mayor de la Defensa, candidato por Zaragoza, y aquí, de Juan Pedro Yllanes, magistrado de la Audiencia que debía presidir el juicio por el 'caso Noos'. Podemos ha fichado a Yllanes tras la negativa de José Castro, otro juez mediático de Balears.
La decisión de Yllanes es legítima, aunque suscita suspicacias, en especial si después de su paso por la política regresa a la judicatura. Pero lo más sorprendente es la forma de designación de los candidatos que impone Podemos, muy lejos de las fórmulas abiertas y participativas que propugnaba. Los círculos del partido de Pablo Iglesias poco o nada tienen que decir, lo que en Menorca ha provocado críticas y un gran malestar. El juez Yllanes ha sido designado de forma directa por el aparato del partido en detrimento de Mae de la Concha, tras haber impedido una candidatura unitaria de la izquierda menorquina al Senado.