La asociación Amics de la Mar de Maó sigue sin hallar una solución, que ha reclamado reiteradamente a las instituciones, para obtener un espacio adecuado donde colocar y mantener en condiciones las embarcaciones que ha ido atesorando. Un patrimonio náutico que hoy se encuentra en riesgo de desaparición porque esta entidad debe cumplir la orden de la Armada para desalojar la nave que utiliza en la Isla Pinto y también debe salir de la cantera Robadones, que ha venido utilizando durante los últimos veinte años.
Todas estas dificultades han provocado el lógico desánimo entre los Amics de la Mar, que constatan como pasan los días y siguen sin obtener ninguna respuesta. La petición para depositar las barcas en el Moll de Ponent del puerto de Maó, entre Sa Llotja y s'Hort Nou, tampoco ha merecido contestación de Autoritat Portuària ni del Ayuntamiento de Maó. El presidente de la asociación, ante este desinterés, ya ha advertido que entregará al Consell las más de cien embarcaciones tradicionales que han recogido. El trabajo realizado por los Amics de la Mar para evitar la desaparición de este patrimonio marítimo no se merece silencios, sino soluciones.