El tráfico de mercancías en el puerto de Maó ha registrado una caída del 52,1 por ciento desde 2009, una tendencia –en sentido inverso a la evolución de los otros puertos de titularidad estatal en Balears- que se ha acentuado con la entrada en servicio, en 2011, del puerto de Son Blanc, construido por el Govern balear en la bahía de Ciutadella. Este hecho pone de manifiesto que la Autoritat Portuària de Balears, de la que depende el puerto de Maó, y Ports de les Illes Balears, la empresa pública de la Comunidad Autónoma que gestiona el puerto de Ciutadella, deben coordinar sus actuaciones para definir los modelos portuarios de Maó y Ciutadella.
Los dos puertos de Menorca, uno en levante, con una sobresaliente trayectoria en la historia, la defensa y el comercio de la Isla; y otro en poniente, que por su situación geográfica acorta el tiempo y coste de los trayectos marítimos con la península, no deben ser competidores, sino complementarios, con diferentes servicios y funciones. Cada uno depende de una administración distinta –Maó, del Ministerio de Fomento; Ciutadella, del Govern balear-, lo que no debe impedir la aplicación de criterios para la ordenación de usos y la optimización de las inversiones en la construcción y mantenimiento de ambas infraestructuras públicas portuarias. El Consell insular también debe impulsar esta coordinación.