En 2018 el Govern modificará el reglamento que regula la ecotasa. Quiere introducir medidas destinadas más que a incrementar la recaudación a utilizar el tributo como instrumento de regulación para la llegada de visitantes a las Islas. Esta iniciativa se centra en la supresión de las exenciones a los cruceros que efectúen escalas inferiores a las doce horas en los puertos de las Islas y ampliar los meses de 'temporada alta' para las cuotas de abono en los alojamientos.
Con estas medidas el Ejecutivo del Pacte pretende reducir el alud de turistas que seguirá llegando los próximos años.
Exigir el pago de la ecotasa a todos los cruceros supone incidir en una de las modalidades más cuestionadas por los escasos beneficios económicos que genera y los graves inconvenientes que provoca el desembarco masivo de pasajeros apenas durante unas horas. El Govern debe medir sus decisiones y evitar intervenciones con efectos irreversibles sobre el mercado, como pretenden ciertos sectores. La evolución de la demanda turística tiene carácter coyuntural y como tal debe entenderse. Contar con mecanismos flexibles permite diseñar una política turística adaptada a las necesidades.