Los hoteleros han advertido en la World Travel Market que el fuerte aumento de la ecotasa tendrá una importante efecto negativo sobre la demanda de Balears como destino turístico. El Govern ha previsto doblar el importe del tributo que pagan los visitantes durante la temporada alta, una medida que según los empresarios provocará una pérdida de un millón de turistas durante el 2018.
Una advertencia seria, por su impacto económico, que vuelve a poner sobre la mesa los límites del crecimiento, el necesario equilibrio entre costes -sociales y medioambientales- y beneficios. Durante este año se ha registrado, durantre los meses punta, una percepción de saturación, mucho más acusada en Mallorca y Eivissa, lo que ha provocado numerosas reacciones y el fenómeno de la turismofobia, aunque incipiente, ya ha mostrado sus primeros e indeseables síntomas. Balears, y muy especialmente Menorca, Reserva de la Biosfera, debe plantearse alcanzar la competitividad en base a la calidad. El futuro no está en la cantidad, una realidad que interpela tanto al sector público como el sector privado. Administraciones y empresarios deben aunar sus esfuerzos hacia este objetivo.