Nos hallamos en plena temporada turística y tanto los menorquines como quienes nos visitan se encuentran con el espectáculo de una carretera general -la principal vía de comunicación terrestre de la Isla- en plenas obras. Las actuaciones que se están llevando a cabo, con el asfaltado de la calzada, motivan desvíos, retenciones, demoras y largas colas que ayer alcanzaron los 45 minutos.
Numerosos vehículos se vieron afectados y envueltos en estos atascos. Camiones de empresas de transporte que debían embarcar en el puerto de Son Blanc hacia Barcelona no llegaron a tiempo y perdieron el trayecto. También hubo quienes perdieron vuelos programados al llegar tarde al aeropuerto.
El Consell insular, que ejecuta estas obras, difundió ayer tarde una nota en la que achacó a la avería de un camión de grandes dimensiones el aumento de la retenciones. Aludió al «celo de la institución insular para que las obras afecten lo menos posible a la circulación rodada». Si realmente quiere el Consell cumplir este objetivo debe ejecutar las obras durante la noche, cuando disminuye el tráfico rodado. De esta forma evitará problemas, impactos, demoras y las quejas que ayer provocó.