En julio de 2017 anunció el gobierno municipal de Maó que «ya tiene solución para el exceso de nitratos en el agua que sale del grifo de los domicilios» y afirmó que Maó solucionará el problema del agua con una planta desnitrificadora. Tres meses después informó que iniciaba la redacción del proyecto para esta estación de desnitrificación biológica, que se instalará en el depósito de Malbúger.
Pero en mayo de 2018 tuvo que aclarar el Ayuntamiento que «en una primera fase solo una parte de la ciudad verá reducida la presencia de nitratos: la zona más al sur, San Manuel, La Plana, Malbúger...» porque será necesaria una segunda planta para atender la puntas de demanda durante el verano.
El proyecto sigue avanzando a trompicones. Un año después de haber sido anunciado, el gobierno de la alcaldesa Conxa Juanola informa que ha licitado la redacción del proyecto y la ejecución de las obras, con un plazo de siete meses. De cumplirse este calendario, en abril de 2019 debería estar construida y entrar en funcionamiento la primera planta desnitrificadora. Cabe reclamar agilidad a la administración municipal mahonesa para que cumpla los plazos y no se demore esta obra.