Las nuevas restricciones aprobadas ayer por el Gobierno y refrendadas por el Govern -un toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, y un estado de alarma que Pedro Sánchez pretende aplicar hasta el 9 de mayo- constituyen la constatación del fracaso en la lucha contra la covid-19. El Ejecutivo central vuelve a aplicar la receta del estado de alarma, que abre la puerta a confinamientos parciales o totales en función de las decisiones de cada comunidad autónoma. Balears, con la economía destrozada por la pandemia, ha apostado por un toque de queda duro, que perjudicará especialmente a los negocios de restauración. Se trata de una decisión delicada, como afirma la presidenta de CAEB, Carmen Planas, que denuncia el «gran fracaso» en la gestión de la pandemia. A su juicio, las administraciones «no han sido capaces de asumir sus obligaciones». Y es que el toque de queda sin controles en los puertos y aeropuertos de Balears se antoja estéril. El nuevo esfuerzo ciudadano no se verá recompensado, nada hace pensar que este nuevo confinamiento vaya a ser provechoso. Al contrario, todo indica que se repetirá el fracaso de agosto, cuando se abrieron las puertas de entrada -aéreas y marítimas- al Archipiélago sin exigir PCR a los turistas, lo que provocó la reaparición de la covid y unas altas tasas de infección, hoy de nuevo desbordadas.
Lo más visto
Hallan el cuerpo sin vida de un hombre de 39 años en Ciutadella
Detenida una joven de 22 años por dejar morir a su bebé tras dar a luz en un inodoro en Maó
El joven que recibió el brutal cabezazo en Es Pla no tuvo asistencia médica
Puertos saca a concesión el restaurante del faro de Artrutx: esto es lo que cobrará cada año