Empieza mañana el curso político en Balears con el debate sobre la Comunidad Autónoma que, por decisión de la presidenta del Govern, se avanza y se celebra en el primer pleno del nuevo periodo de sesiones del Parlament. Armengol sabe que la anómala temporada de este año irá perdiendo fuelle en los próximos días por la caída de reservas. Una temporada atípica, concentrada en julio y agosto, que provoca el enésimo debate por la masificación y las insuficientes infraestructuras públicas. Pero ahora es el momento de transmitir un mensaje de cierta reactivación. El debate girará en torno al impacto de la pandemia, que marca la legislatura. Balears es la comunidad donde los trabajadores han sufrido el mayor recorte de sus salarios en España. Y entre las asignaturas pendientes, la demanda de vivienda, cuyo precio se ha encarecido un 51 por ciento los últimos cinco años. Somos una comunidad mal financiada que necesita más recursos. El Gobierno PSOE-Podemos sigue sin aplicar el Régimen Especial y el factor de insularidad. Aquí Armengol se juega su credibilidad porque ha de demostrar que es escuchada y que La Moncloa tiene en cuenta al Govern que preside. Habrá que estar atentos para averiguar el papel de Menorca en este debate.
Un debate parlamentario marcado por el impacto de la pandemia