El acuerdo alcanzado ayer por el PSOE y Unidas Podemos sobre la reforma laboral recoge el concepto «derogación» en el comunicado acordado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que también suscribe Nadia Calviño. Se cierra la crisis más importante de la legislatura entre los dos socios del Ejecutivo, pero empieza la parte más difícil: concretar la letra pequeña con una negociación en la que participarán directores generales de los ministerios de Trabajo, Economía y Seguridad Social. El calendario prevé tener definida la reforma laboral este mes para después ser aprobada por el Consejo de Ministros y que pueda entrar en vigor antes de acabar el 2021, tal como se ha comprometido el Gobierno con Bruselas.
Se desconoce en qué consistirá y cuál será el alcance de la derogación, que ahora ha de ser acordada con empresarios y sindicatos, lo que abre numerosas incógnitas. El Ejecutivo debe cumplir las recomendaciones de la UE para obtener las ayudas destinadas a la reactivación y, al mismo tiempo, superar las reticencias del empresariado. En los próximos días se sabrá si es posible cumplir las exigencias de cada una de las partes implicadas en esta controvertida cuestión, de enorme calado político.