La condición de Menorca como territorio insular para el ocio y el descanso propicia un gran número de viviendas que se destinan a la actividad vacacional. A ello debemos añadir el fenómeno de la segunda residencia en las urbanizaciones que utilizan aquellos menorquines que salen de su vivienda en los núcleos urbanos para trasladarse a estas zonas costeras durante el verano. En conjunto, a partir de los datos de consumo eléctrico, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística, 8.969 de las 60.523 construcciones destinadas a uso vivienda en la Isla se encuentran vacías; habiéndose duplicado, en los últimos diez años, el número de segundas residencias, que ya alcanza las 23.000. Al mismo tiempo, una de cada seis viviendas habitadas -la mayoría situadas en Ciutadella y Es Mercadal- se utiliza menos de tres meses. Hay 2.090 casas que se consideran de bajo consumo y 6.111 de uso esporádico. O sea, 8.201 inmuebles que no se consideran vacíos, pero de bajo uso. Estos datos explican el aumento del precio de la vivienda y las dificultades para su acceso. Corresponde a las administraciones adoptar medidas para ordenar esta situación para repartir derechos y obligaciones.
Lo más visto
Jordan Davis, el fichaje estrella del Hestia Menorca, abandona el club tras menos de un mes
El ‘turismo de basura’ desborda por Navidad los barrios de Maó donde todavía hay contenedores
De Es Mercadal a Es Castell, el ayuntamiento de Menorca que menos invierte en obra pública y el que más
Que para celebrar su 90 aniversario, Paco Borrás haya protagonizado...