Las mujeres tardan, en Balears, unos dos años y nueve meses más de media que los hombres en adquirir una vivienda en solitario, para lo que necesitan destinar el treinta por cien de su salario bruto. Según denuncia UGT, las mujeres que viven en las Islas tardan en comprar una vivienda una media de 21,45 años, mientras que en el caso de los hombres esta media es de 18,51 años. Estas discriminaciones tienen su origen en los sueldos, el tipo de contrato, el lugar de residencia y el sector en el que se trabaje. Además, trabajar a tiempo dificulta el acceso a una vivienda en solitario. Muchos jóvenes prolongan durante años el alojamiento en pisos compartidos de alquiler, a precios incluso más altos de lo que puede costar una cuota mensual de una hipoteca. Datos que confirman las dificultades para acceder a una vivienda a precios dignos.
La situación se ha agravado con la nueva Ley de Vivienda, aprobada por el Congreso de los Diputados, que ha reducido la oferta de viviendas de alquiler. Balears vive, desde hace años, una emergencia habitacional. El Instituto Nacional de Estadística certifica que en las Islas hay 105.434 viviendas vacías sin que nadie las ocupe. Están construidas pero no cumplen su función de garantizar el derecho constitucional a la vivienda. Urgen medidas y actuaciones eficaces con respuestas inmediatas.