El portavoz del grupo parlamentario del PP, Sebastià Sagreras, admitió ayer «desde la humildad» que no cuentan con la mayoría absoluta para aprobar los presupuestos autonómicos de 2024, por lo que es imprescindible obtener el apoyo de Vox. La minoría en la que se halla el Ejecutivo del PP le ha obligado a ceder a las exigencias del partido de ultraderecha y aceptar sus pretensiones.
El partido de Santiago Abascal consigue que el PP apruebe una partida de 20 millones de euros para la libre elección de lengua en los colegios y la eliminación de las ayudas públicas a patronales y sindicatos. En breve se conocerán las consecuencias políticas del elevado precio que se ve obligado a pagar el PP a Vox. Es una incógnita la aplicación de los criterios lingüísticos en las escuelas, que provocan el rechazo y la movilización de gran parte de la comunidad educativa. En cambio, ya se sabe que asciende a 60 millones de euros la cantidad que dejará de ingresar el Govern al suprimir el Impuesto de Patrimonio a las rentas superiores a tres millones de euros.
El Govern Prohens aprobará sus presupuestos a costa de aceptar unos planteamientos que no forman parte del programa del PP y de ceder a la extorsión de Vox, que marca la agenda de la política balear. El Govern nunca puede ser chantajeado. Antes de ceder a estas presiones tenía que haber buscado otras salidas.