La primera jornada de la huelga del transporte público se cerró el viernes con el enfado de los sindicatos convocantes por los servicios mínimos que decretó el Consell, incidentes puntuales en Mallorca y una tensión que fue en aumento hasta que, finalmente, la patronal decidió suspender las negociaciones. El paro está convocado para mañana lunes, el miércoles 23 y el viernes 25. En Palma, los enfrentamientos entre piquetes y chóferes que no querían secundar la huelga desembocaron en enfrentamientos y siete lunas de autocares fracturadas por el lanzamiento de piedras. Otros vehículos fueron atacados con huevos. Es lícito que los trabajadores reivindiquen mejores condiciones laborales, pero no es de recibo causar daños materiales e intimidar a otros compañeros. La tensión desatada entre las partes, y el abrupto final de las negociaciones han motivado que el Govern hiciera un llamamiento a la calma y que instara a la patronal y los sindicatos a retomar la negociación del nuevo convenio, pero las posturas están muy alejadas. Una huelga de los conductores de autocares interurbanos en pleno mes de julio, cuando ya está avanzada la temporada alta, además de ‘castigar’ a los usuarios, deteriora la imagen de Menorca. La reputación de la Isla como destino turístico se ve perjudicada y daña a todos los menorquines.
La huelga de transporte público en plena temporada turística
Editorial | Menorca |