El Reino Unido, Francia y Alemania exigen el fin de la «catástrofe humanitaria» en Gaza en un comunicado inédito que choca con la frialdad mostrada ante esta tragedia por Estados Unidos, el principal aliado del Gobierno israelí. Desde octubre de 2023, cuando los terroristas yihadistas lanzaron un sanguinario ataque contra Israel con más de mil judíos muertos, Tel Aviv ha matado a 59.000 gazatíes y ha destruido la Franja para doblegar y erradicar a Hamás.
Casi dos años después, la organización palestina sigue en pie y los israelíes no encuentran la forma de aniquilar a sus enemigo. Más de un centenar de personas han muerto por hambre en Gaza y la situación es ya insostenible. En este panorama desolador hay otro factor dramático: cientos de palestinos han fallecido o han sido malheridos por tropas israelíes cuando esperaban el reparto de la ayuda humanitaria. Las escenas de miles de personas esperando a los convoyes con agua y alimentos parecen sacadas de la Somalia de 1993. Es una prioridad internacional que cese el acoso brutal y las hambrunas contra los niños, mujeres y ancianos de Gaza, contra los inocentes que viven en una ciudad que ha sido borrada del mapa por las bombas y los tanques de Netanyahu. No puede permitirse que lo que comenzó siendo una guerra contra el terrorismo degenere en un genocidio.