Los menores de Balears son los que más temprano tienen un primer contacto con una pantalla digital de toda España. Antes de los tres años ya han accedido a estos dispositivos, según una encuesta de la multinacional de ciberseguridad Kaspersky Lab. En ninguna otra comunidad española los pequeños tienen un inicio tan precoz. En Canarias, Extremadura, Galicia o Melilla se produce entre los cuatro y los seis años, mientras que en Andalucía, Aragón, Madrid, Valencia o País Vasco se da entre los siete y los diez. Estos datos han influido en la decisión de la Conselleria d’Educació que aplicará severas restricciones en la digitalización en las aulas.
El curso que empieza en septiembre será el primero que prohíba las pantallas en los centros docentes de Infantil en Balears y regule su uso en 1º, 2º y 3º de Primaria. Solo se utilizarán en aquellos programas que incorporen plataformas digitales y se limitan a un máximo de una hora semanal. En 4º de Primaria los alumnos podrán usarlos de forma individual una hora al día, y en 5º y 6º se permitirá ampliar este límite si es compatible con los objetivos pedagógicos y el bienestar del alumnado. La digitalización de la enseñanza era vista al principio como un progreso que mejoraría su calidad, pero del furor inicial se ha pasado al temor por sus impactos nocivos sobre el alumnado.