Ayer zarpó del puerto de Barcelona una flotilla solidaria compuesta por una veintena de barcos que intentará llegar a Gaza y establecer un corredor humanitario y reclamar al mundo que detenga el genocidio israelí en la franja. En las embarcaciones viajan activistas sociales como Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque lo cierto es que lo más probable es que el Gobierno de Benjamin Netanyahu intercepte a las embarcaciones, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones.
Coincidiendo con la partida de la flota Global Sumud, en Balears se llevaron a cabo ayer por la tarde actos de apoyo al pueblo palestino en distintos puertos, que contaron con una considerable asistencia de participantes. La asfixia de los soldados judíos a Gaza se está transformando en un clamor internacional contra Jerusalén, y la imagen del ejecutivo israelí está bajo mínimos, debido a los excesos que están cometiendo desde hace casi dos años en territorio gazatí. También los asentamientos ilegales judíos en Cisjordania, que no dejan de crecer, están causando una indignación mundial creciente e imparable.