El anuncio de retrasar la edad de jubilación ha provocado rechazo generalizado entre la población.
La encuesta del "Menorca.info" es representativa de la opinión ciudadana y sitúa en una amplísima mayoría la divergencia con la medida planteada por el Gobierno.
No es la impopularidad, sin embargo, el motivo de análisis sino la necesidad de aplicar políticas de viabilidad a un sistema que, a la vista de la evolución demográfica, corre serio peligro de quiebra.
Afrontar el problema que se avecina implica acierto e interés por plantear soluciones, por lo que ha de reconocerse cierta valentía al equipo de Zapatero, quien además se ha mostrado dispuesto a debatir una cuestión cuyo alcance y sensibilidad obliga a buscar caminos de consenso político y social que aseguren su éxito e implantación.
La noticia, que cuenta con precedentes del mismo tono alarmista, ha llegado en el peor momento económico que recuerda la España democrática y en ese contexto la perspectiva cambia notablemente.
Retrasar la edad de jubilación puede contribuir a equilibrar el sistema de pensiones pero agrava las cifras del paro, particularmente entre los jóvenes, a la expectativa de incorporarse al mercado laboral.