Uno, como muchos de ustedes, es comprador de prensa y los sábados suelo comprarla, como muchos de ustedes, en el punto de venta situado en Avenida Fort de L´Eau, ejercicio que practico tanto en invierno como en verano. Ello me ha llevado, amparado además por múltiples comentarios, a la conclusión que, la llegada de la prensa a dicho punto de venta es directamente proporcional a los intereses que la rodean e inversamente proporcional a las condiciones climatológicas. Resumiendo: Si en invierno la prensa está en su lugar de venta puntualmente, es decir, mucho antes de las 10 de la mañana y en verano la mayoría de las veces son las 10.30 y teniendo en cuenta que en el periodo estival proliferan los puntos nuevos de venta, llegamos a la conclusión de que quien la distribuye no puede estar en todos los sitios a la misma hora y por consiguiente quedan relegados quienes son consumidores todo el año.
Sería interesante que las distribuidoras reorganizaran sus estrategias, se atendiera primero a los que siempre han sido los primeros y luego a los demás. También sería otra solución que se aumentara el personal y los vehículos de reparto o se saliera con una hora de antelación a lo previsto. Todos estarían satisfechos y el último eslabón de todo este tinglado, que es el consumidor, el lector de esa Avenida, muchísimo más. ¡Clotellada a determinados repartos!