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Sin flash

¿Qué me pasa, doctor?

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Aunque su verdadera vocación era el Derecho y su sueño emular a los abogados de las series americanas, pudo más la tradición familiar y acabó estudiando Medicina.
También influyó aquella compañera del instituto, de la que se enamoró perdidamente. Ella tenía claro que quería estudiar Psiquiatría, y el estaba "loco" por ella. Así que la siguió a Barcelona, le juró amor eterno (que duró hasta 3r curso) y su destino quedó definido para siempre como cardiólogo.

Su manera de ejercer quedó algo afectada por esas frustradas inclinaciones juveniles, pero bueno, nadie puede interpretar un papel de la misma manera, así que sus pacientes eran comprensivos con su peculiar manera de ser médico. En el fondo, confiaban en su ojo clínico para los diagnósticos complicados.

- ¡Silencio en la sala de espera! – solía vociferar con voz grave desde su despacho.

Ese día se encontraba leyendo una revista del corazón, cuando entró su paciente, un diputado que padecía fuertes palpitaciones. Tras un minucioso examen, el doctor le habló claramente:

- Usted tiene una Constitución débil, producto de la inflamación independentista de las arterias que afectan al miocardio y dificultan la circulación de la sangre. El resultado es la hipertensión, que provoca molestas cefaleas, que van en aumento.

- ¿Qué puedo hacer, doctor? – inquirió aquel hombre con algunos quilos de más.

- Dígame la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad: ¿Usted fuma?

- Ya lo he dejado – un cierto nerviosismo se apoderó de su semblante.

- ¿Y no es más cierto que se le ha visto, últimamente, comprar tabaco a escondidas, de su mujer y sus hijos? – preguntó el galeno, en un tono claramente acusador.

- Bueno, yo… - lo había cogido "in fraganti". De nada servía ocultar los hechos.

- Tendrá que dejar completamente el tabaco.

- ¡Protesto!

- No ha lugar. Si quiere terminar con sus dolencias cardíacas, debe hacer un gran sacrificio. Le voy a recetar una pomada.

- ¿Para el corazón?

- No, para las fiestas. Tomarse los problemas muy a pecho puede ser perjudicial para la salud.

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