Parecía que los del PP se habían tomado en serio lo de no andarse con contemplaciones con aquellos de su partido que, aprovechándose de un cargo público, se contaminasen de esa generalizada metástasis política de enriquecerse choriceando al ciudadano o a sus instituciones, que para el caso es lo mismo; aprovechándose además de la opacidad que puedan tener de ocultar, gracias a sus cargos, sus ilícitas conductas. Pero qué va... qué va, qué va. Todo "fum de formatjades". Van ahora y donde dije digo digo Diego, diciendo que hasta que el juez no se pronuncie, ellos apoyan a sus presuntos. Presuntos que no son otra cosa que presuntos delincuentes, chorizos, manguis, ladronzuelos o como usted prefiera. Presuntos de haberse enriquecido aprovechándose del cargo público que los ciudadanos les confirieron desde las urnas, cosa que debería ser en el PP, en el PSOE y en cualquier otro partido, una prioridad exigente a la hora de mostrar firmeza y contundencia al lado de la ley y no al lado del corrupto. Todo personal político al que un juez le imputa algún delito, debería por higiene de la dignidad política, ser inmediatamente apartado del cargo que ocupa y luego, cuando el juez dictara sentencia, si fuera declarado inocente, volver con todos los predicamentos públicos que fueran necesarios a su favor a ocupar el cargo que ocupaba o uno similar. Y si fuera culpable, ir directamente a la cárcel, con penas especialmente aumentadas por estar el delincuente sujeto a la gravedad de todo delito que pueda cometerse aprovechándose de un cargo público. Pero los partidos políticos tienen tan enfangada, por no decir enmierdada, su dignidad en este asunto que ninguno está por la labor de dar un claro y contundente ejemplo que ponga freno a los que se acercan a la política con esa idea de decirse a sí mismos: "bienaventurado yo que por fin estoy donde hay, que de coger ya me cuidaré yo y si es posible a manos llenas".
Mientras tanto, el señor Rajoy y algunos de los que le acompañan con la "boca chica" andan pidiendo un adelanto de las elecciones, creo que manejando bien el tiempo de los verbos, ya que el pasado inmediato del PSOE y el presente, con esa política suya tan dubitativa ante ese grave error de ser el último gobierno del mundo mundial en enterarse del pedazo de crisis que como un tsunami se nos venía encima, benefician su futuro y su legítimo anhelo de llegar a la Moncloa. Pero los Rajoy, las Cospedal, las Aguirre, las Santamaría o los Pons deberían saber que les conviene tener un poco de paciencia hasta que las elecciones se celebren por haber terminado la legislatura. De tal suerte que así Zapatero y su gobierno tengan su futuro más negro que el sobaco de un grillo y ellos, los del PP, se encuentren con que todas las decisiones vía decretos, leyes y demás asuntos impopulares, se los hayan resuelto los socialistas.
El PP imagino que se estará dando cuenta de que los socialistas les están arreglando el camino que les puede llevar a La Moncloa, adoquinándoselo, como decía antes, con decretos, congelaciones de pensiones, bajadas de salarios pero sobre todo con esos millones de parados que no encuentran ni un miserable trabajo que les reporte un miserable sueldo para hacer frente a esa manía que tienen, ya ven qué cosas, de seguir comiendo o pagar esa hipoteca que les asfixia y que a la postre la tienen como la tienen por culpa de los políticos, hipoteca que les va a lastrar la vida hasta llegar a la jubilación, si es que alguno consigue tener de qué jubilarse. Mientras tanto no son pocas las hipotecas que se están pagando de las míseras pensiones de sus padres o de sus escasos ahorros, padres ayudando a sus hijos para evitarles la rapiña de los bancos que no saben ni quieren saber de penurias ajenas.
Rajoy debe manejar su discurso con templanza. Adelantar las elecciones... claro que debe decirlo, pero cuidando de no insistir demasiado, no vayan a hacerle caso porque de verdad lo que le conviene en el tiempo que queda de legislatura, es que Zapatero siga haciéndole el trabajo sucio, que después, ya en el poder, todo lo que vaya mal ya tendremos tiempo de decir que la culpa de eso la tiene el PSOE.