El puerta a puerta

Todo vale en el amor y en la guerra. También en la lucha contra el paro galopante. Hasta diseñar un programa de Promotores del Empleo consistente en contratar a 19 técnicos de mercado laboral- sí, señores y señoras, existe este tipo de profesional por si no lo sabían- que desarrollarán una campaña de intermediación, puerta a puerta, en las empresas de Baleares para promover la ocupación de unos 3.000 parados. Ya me los imagino -almas de cántaro- personándose en las empresas que todavía no han cerrado para ofrecerles uno o varios curritos- "que sí, mire oiga, que se incorporan enseguida aunque les paguen fuera de convenio y de plazo y, además, según el perfil, le bonifican la Seguridad Social"-. Y el empresario, con cara de póquer, explicándoles que bastante tiene con no cerrar el chiringuito y que si no contrata más personal es porque no puede. Al menos, el empresario fetén. Debe ser que me falta sensibilidad para con el cambio que han experimentado las políticas activas de empleo, pero me da que a los empresarios les gustaría que se pensara un poco menos en el parado y más en ellos a la hora de ver cómo se puede mejorar la contratación.