Los sindicatos han convocado una huelga de 22 días en los aeropuertos por la privatización parcial de AENA. Han seleccionado los días clave de Semana Santa y de inicio y final de vacaciones, incluso han incluido, aunque sea anecdótico, el 23 de junio, víspera de Sant Joan. La irresponsabilidad de la convocatoria es alarmante. No se puede utilizar un derecho constitucional de una forma tan desproporcionada. Ni aunque sea como estrategia pensando que no se va a producir porque los objetivos sindicales se conseguirán antes al forzar la negociación. Sin embargo, la misma convocatoria paralizará las reservas turísticas, de una temporada clave para reactivar la economía. Las consecuencias económicas son muy negativas desde el mismo momento en que se produce la convocatoria. Desde este perspectiva, sirve de muy poco la reivindicación que ha lanzado el presidente de Canarias relativa a que los servicios mínimos son el cien por cien de los vuelos. El daño ya se está produciendo. La otra parte irresponsable es el Ministerio de Fomento. No se puede plantear la privatización del 49 por ciento de AENA sin pactar con los trabajadores. No se trata de controladores aéreos. Evitar la negociación es una mala estrategia que ya está provocando efectos negativos.
Editorial
Doble irresponsabilidad por la huelga en AENA