Una más sin invitación

Ahora resulta que Guillermo quiere dos años 'sabáticos' con Kate antes de iniciar su función pública. Supongo que ya saben de qué pareja estoy hablando. La verdad es que no soy seguidora de las bodas reales ni de temas similares y siempre me hicieron gracia aquellas camisetas que decían "Yo también pagué la boda de Felipe y Letizia y tampoco fui invitado". Supongo que tal frase expresa un sentimiento que comparten muchas personas porque, al fin y al cabo, esos eventos por todo lo alto son "sponsored by myself", o lo que es lo mismo, "apoquina mi bolsillo". Pero volviendo al tema del principito inglés, resulta chocante el hecho de que Guillermo haya pedido permiso a Isabel II para escaquearse durante una larga temporada con el fin de que su futura mujer no sufra la misma presión a la que estuvo sometida Diana de Gales cuando se casó con el príncipe Carlos. Claro, hay que tener en cuenta que la chica ya debe estar muy estresada con los preparativos de su boda y que la vida que le espera debe ser "terriblemente dura". Esto me recuerda las ampollas que se levantan cada vez que la princesa Letizia se queda embarazada y alega "indisposición" al no acudir a algún acto recogido en la agenda real. Pues eso, que los ciudadanos ingleses también pagarán el cordero que se coma Elton John en la boda.