Supongo que Rubalcaba, don Alfredo Pérez, sabe cómo están de contrarias las aguas por donde va a tener que navegar con el barco socialista del que acaban de nombrarle capitán, jefe de máquinas y carpintero de ribera. Sí, porque el "barco" tiene algún que otro desperfecto, después de la última singladura capeando abrollos (1), capitaneando la caña del timón otro capitán, que pensando ir viento en popa a toda vela, no se enteró de un iceberg vecino del que hundió al Titanic, que le venía bautizado con el proceloso nombre de Crisis; y que a la postre podrá anotar en el cuaderno de bitácora (2) que le ha desarbolado el bauprés (3), llevándose por delante, además de la arboladura (4) todo el trapo, dejándole desenvelejado (5).
El señor Rubalcaba deberá prestar atención sólo a dos cosas, sí…sí, únicamente a dos cuestiones, cuales son saber lo que hay que hacer y no hacer lo que ha hecho Zapatero. De esto último ya supongo que tendrá aprendida la lección porque esa es la causa por la que su partido se vea así de maltrecho frente a la voluntad de los votantes, por haber hecho lo que a un partido socialista le es impropio. Ya lo dejé dicho en otra ocasión, si a los del PP se les hubiera ocurrido hacer sólo la mitad de lo que han hecho los socialista en contra de los derechos de los trabajadores, les habrían puesto a caer de un burro.
Dicen quienes lo saben, que cuando Alejandro conquistó Gordio, capital de Lidia, en el Asia Menor, existía el llamado "nudo gordiano", un nudo hecho de cuatro cabos, una enrevesada variante de la intelectualidad griega. Se decía que el que consiguiera soltarlo tendría toda la fuerza del poder, siendo lo cierto que el dichoso nudo era indesnudable. Ante tal dilema, Alejandro no se entretuvo haciendo inútiles tentativas, desenvainó la espada y de un tajo lo cortó. Rubalcaba no tiene tiempo de andar haciendo probaturas, así que tiene que cortar de un tajo con todo aquello que le lleve al mismo sitio del que procede.
Siguiendo con la terminología marinera, añadiré que debe soltar lastre, cosa difícil cuando él mismo ha sido coadyuvante de la desastrosa deriva de Zapatero. Y quien es parte de la parte, es parte del bien o del mal causado y Rubalcaba no podrá decir que no era parte de la parte.
Lo primero a reciclar es precisamente reciclarse a sí mismo, cosa más que difícil pero no imposible, porque en esos menesteres tiene don Alfredo "más conchas que un galápago". Lo peor que tiene en contra el señor candidato, son las compañías con las que ha desayunado o ha merendado en esta última desastrada singladura. Y hasta el más torpe de la clase se pregunta qué cosa buena puede hacer si no la ha hecho ya, porque tiempo tuvo y sitio también. En cualquier caso, no es además un enigma, un personaje inédito, más bien todo lo contrario, y creo que precisamente eso es lo que le desacredita, ahora diríamos le desautoriza.
En mi opinión, don Alfredo lo tiene muy difícil. Todo y que el señor Rajoy tampoco está para tirar cohetes respecto de la estimación de los votantes. En definitiva creo poder afirmar que las próximas elecciones legislativas es evidente que uno de los dos ganará, o el PSOE o el PP, pero gane quien gane, no convencerá.
(1) Abrollo: palabra de origen portugués para definir los peñascos que están sumergidos lejos de la costa, pero cerca de la superficie del agua, resultando por ello peligrosísimos para la navegación.
(2) Cuaderno de bitácora: En puridad es el diario de a bordo. Este cuaderno suele estar depositado en el cuarto de derrota y en él se anota, por el oficial que esté de guardia, los cambios de rumbo, distancia navegada, cambios de tiempo, detalles de la navegación, etc.
(3) Bauprés: Palo de los veleros, usado también en los vapores antiguos cuando estos tenían aparejos de velas auxiliares. También en vapores más modernamente, los llamados vapores con proa de violín o paloma. Es un palo muy inclinado hacia delante, que sale de la proa, siguiendo la misma dirección del eje longitudinal del buque. Era muy importante, pues en él se afianzaban los estayes del tranquete y de los foques.
(4) Arboladura- desarbolar: por arreglo o modificación, sacar o quitarle a un buque uno o varios palos (mástiles) igual pero producido por temporal o combate.
(5) Desenvelejar: Quitar el velamen a un buque de vela, verbo raramente usado.