Las personas con discapacidades han sido siempre objeto de polémica social. Hasta que familias y sociedad no se sensibilizaron, eran motivo de vergüenza y marginación social. Eran "subnormales".
Por suerte esta sensibilización y el desarrollo del estado del bienestar, han proporcionado la puesta en marcha de servicios de atención y han pasado a ser minusválidos, posteriormente discapacitados y actualmente ,en ambientes avanzados, se habla de "personas con discapacidad".
Estas expresiones que pueden parecer banales o modas, no lo son. Albergan en su sentido una potente carga conceptual y filosófica que fundamenta las bases del modelo de ayuda que se les proporciona.
Hasta que no se ha reconocido que lo primero es la persona siempre hemos tratado de asistir, atender o sustituir funciones de estas personas y cuanto más exclusivo sea el lugar donde se realizan dichas acciones, mejor: menos se ve
Los modelos actuales ya no van dirigidos a la asistencia de las actividades que estas personas no pueden realizar por sí solas, o sea sus dependencias, sino que priorizan la estimulación de sus capacidades y ello siempre en un entorno lo mas normalizado posible buscando el mayor grado alcanzable de dignidad, bienestar e integración.
Por otro lado, la situación actual de crisis profunda, nos proporciona una gran oportunidad para revisar los modelos anteriores, los métodos asistenciales y el nivel de eficiencia en los servicios que damos para orientarnos hacia un modelo mas racional, eficiente, centrado en la persona, en sus capacidades y en su desarrollo.
Las Administraciones tienen la obligación de velar por ello y ahora, además, por la eficiencia del servicio. Así mismo deben ejercer sus competencias sin poder delegar sus responsabilidades de legislación, planificación, financiación, acreditación e inspección que, en nuestro caso, fueron transferidas por el Govern Balear al Consell Insular de Menorca en el 2001.
El Consell Insular, en virtud de lo establecido dispone, entre otros servicios, de dos centros residenciales con unidades de día para la atención de personas con discapacidades que atienden a 24 personas en residencia y hasta unas 20 en régimen de centro de día propios y de otros servicios concertados con la Fundación de Discapacitados de Menorca (FDM) como son pisos tutelados, centros de día, centros ocupacionales, etc.
En aras a la necesidad de máximos niveles de eficiencia, teniendo en cuenta los aspecto ya comentados de visión centrada en las personas, resulta que existía un grupo de 7 personas viviendo en las residencias mencionadas del Consell que, por sus características de complejidad asistencial, un día se decidió llevarlos durante unas horas al día a otro centro concertado a la Fundación de Discapacitados de Menorca, apartado de la residencia, consiguiendo así aligerar de esta complejidad al centro residencial propio.
En la actualidad el centro de Milà no se encuentra en las mejores condiciones de salubridad y seguridad por abandono en su mantenimiento. Las 7 personas a quien se les prestaba este servicio eran atendidas por 4 profesionales que no pertenecían a la residencia donde vivían y el coste adicional de 300.000 € anuales. Con esta modalidad de atención cada una de estas personas estaba costando casi 90.000 € anuales.
A partir del día 1 de diciembre dichas personas permanecen con sus compañeros, con los que comparten casa y comida desde hace muchos años, también durante el día. Son atendidos por los mismos profesionales de la residencia y comparten los mismos espacios que los demás en Trepucó. Habiendo reducido su coste en un 50 por ciento.
El centro de Milà no se ha cerrado, el Consell ha retirado a sus usuarios para atenderlos en sus propias instalaciones.
¡Vaya desastre!, ¿Cómo puede una Administración permitirse el lujo de mandar a sus usuarios fuera de sus instalaciones pagando a una entidad privada 300.000 € al año? ¿Cómo puede una Administración, permitir que los usuarios mas complejos de sus servicios sean atendidos por otros, en lugar optimizar sus recursos propios?
¡Vaya desastre! Ahora sin gastar ni un céntimo podemos, como mínimo, atender a 7 personas con discapacidad más que hasta el momento.
No se ha cerrado en centro de Milà, ha quedado libre para atender a 7 personas mas como mínimo o puede transformarse en otro servicio, tanto o mas necesario, para las personas con discapacidad de Menorca.