El sector ganadero de la Isla vive con lógica preocupación la decisión del Govern de rescindir el contrato de diez veterinarios que realizaban las campañas de prevención y control sanitario. Las dudas surgen en torno a si el personal del IBABSA, que asumirá ahora estas tareas, será suficiente. De no ser así, el temor es que algunas fincas puedan perder su cualificación sanitaria y los permisos para mover animales. Si se da esta circunstancia, el perjuicio se extendería también a la celebración de la Fira del Camp. Además, la posibilidad de que a medio plazo tengan que ser los payeses los que paguen de su bolsillo un trabajo que hasta ahora correspondía al Ejecutivo autonómico supondría un golpe más a una actividad cargada de dificultades económicas para sobrevivir.
El conseller balear de Agricultura, Gabriel Company, es un buen conocedor de los problemas que rodean al campo, por lo que es de esperar que, en el actual marco de reajustes presupuestarios, pueda responder eficazmente a los interrogantes de los ganaderos. En este sentido, la posibilidad de que la Associació de Defensa Sanitària Boví Menorca se haga cargo de estas tareas abre una puerta para solucionar esta cuestión.