Menorca todavía más aislada. Esta es la consecuencia directa que tiene para los menorquines el hecho de que Spanair haya decidido suspender su actividad como aerolínea y cancelar todos sus vuelos "ante la falta de visibilidad financiera para los próximos meses". La compañía ofrecía cuatro trayectos semanales con Madrid y seis con Barcelona. Otra noticia pésima para el problema endémico del transporte aéreo que se produce pocos días después de que Air Nostrum anulara su ruta con la capital de España alegando su escasa rentabilidad. Como no podía ser de otra manera, las reacciones por parte del Govern y del Consell son de preocupación por las evidentes consecuencias negativas que tendrá el cierre de Spanair para la conectividad de Balears y de forma especial para las islas menores. Sin embargo, el conseller insular de Movilidad, Luis Alejandre, quiso dejar una puerta abierta a la esperanza basándose en la reunión que mantuvieron el pasado martes el Ejecutivo autonómico y el Ministerio de Fomento. Mientras la solución llega, la realidad a corto plazo es que a partir de hoy la Península queda un poco más lejos para Menorca.
Editorial
El cierre de Spanair, un nuevo golpe para la Isla