Hace unas semanas viajé a la Luna con uno de mis hijos. Para ello, me bastó sentarme frente al ordenador y recurrir al programa informático Google Earth. La verdad es que es una maravilla. Tras visitar la Antártida, decidimos darnos una vuelta por nuestro pueblo y para ello recurrimos a otra aplicación, el Google Maps y cotilleamos un poco. Y ya por último utilizamos el Street View, que según la definición de la propia compañía, "te permite explorar lugares de todo el mundo mediante imágenes a pie de calle, 360 grados. Podrás comprobar la dirección de restaurantes, visitar barrios y planificar tu próximo viaje". Todo muy bonito y la cosa quedó como una diversión más.
Pero al callejero Street View le están saliendo bastantes enemigos, porque los llamativos coches con cámara que Google hace ir de un lado a otro pueden representar un problema para la privacidad. El invento se remonta a 2007 y sinceramente es una herramienta muy práctica, aunque tiene el inconveniente de registrar todo lo que pilla por el camino: personas, edificios, calles e incluso es capaz de captar datos de redes wifi. Y ahí es donde está el meollo del problema que se ha generado. El gigante de internet afirma que todas las fotografías son siempre modificadas antes de su publicación final, difuminando caras y matrículas de automóviles. Pero como todo sistema puede cometer errores, las denuncias han comenzado a llegar desde diversos países, incluido España, para que se extremen los filtros y que nadie pueda llevarse una desagradable sorpresa al verse (y reconocido) en determinado lugar o que el sistema vaya recopilando información de las redes sin protección (información personal, contraseñas, correos electrónicos...). Vamos que a uno le pillen todo lo que está haciendo desde su ordenador.
Google ya se ha disculpado por los fallos que se hayan podido producir y asegura que toda la información privada se ha borrado. Algo así como la frase de moda: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir".
Lo de darse un garbeo por Marte, ver en imágenes espectaculares el lugar donde vas a pasar las vacaciones o localizar la casa de campo de un amigo está muy bien. El peligro está en que poco a poco nos vamos acercando a una especie de Gran Hermano, lo cual ya es mucho más inquietante.