Señor Presidente:
Nos permitimos distraer su atención, preocupados por la maltrecha economía de nuestro puerto, que no levanta cabeza. Le escribimos a usted, como máximo responsable de nuestra Comunidad Autónoma y también del partido que sustenta las políticas y cargos de la Administración. Durante los meses de febrero y marzo pasados, suscribimos diversos artículos de opinión, sobre la crítica situación del puerto de Mahón en particular y de la Marina de Recreo en Balears (conocida como Turismo Náutico), en general. En esa ocasión, el destinatario natural de nuestras opiniones, argumentos y conclusiones, fue, por lógica, el presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, quien continúa al mismo rumbo y velocidad. A nuestros análisis de opinión, hubo numerosas adhesiones, plasmadas en los medios de comunicación y también en foros de opinión. Quizás debido a la importante repercusión obtenida, se produjo una reacción por parte de la compañía Ocibar (una de las importantes deudoras de la APB), anunciando a bombo y platillo, una reducción del 30 por ciento en algunas de sus tarifas de verano. ¡Algo es algo!, pero no basta (seguimos por encima de nuestros competidores de la cuenca mediterránea y con unas tarifas para los barcos de base de ninguna forma asumibles), teniendo en cuenta que a esta compañía, tras su descalabro empresarial, con "devolución" de la concesión incluida, la APB, le otorgó una gestión provisional, con un 80 por ciento de descuento, sobre su compromiso inicial. Y no ha habido otra reacción. La APB, "erre que erre", por arrogancia o por incompetencia, o por ambas cosas, no ha movido un dedo, sigue la misma política de las legislaturas anteriores (alumbrada por el exdirector Ángel Matías, imputado en el caso Mar Blau y convertido hoy en el oráculo de la casa), endurecidas en las formas, por el presidente actual, seguimos siendo uno de los puertos más caros del Mediterráneo y seguimos perdiendo clientes y visitantes. Entre tanto, la propia APB, al tiempo que acepta unas deudas millonarias de entre 16 y 19 millones de euros, de los cuales el 73,85 por ciento corresponden a las adjudicaciones otorgadas a propuesta del exdirector Matías y que, por temerarias, han acabado siendo fallidas, como se ha demostrado. El restante 26,15 por ciento, corresponden a concesionarios ya "ahogados" o a liquidaciones practicadas por el ente y que, por abusivas, no han recibido conformidad de los concesionarios. Pero, aún así, siguen su particular visión de la gestión (que para el ente, se llama "recaudación" y, a modo de desembarco de Infantería de Marina, que tanto gusta al representante de la APB en Mahón (y que suponemos también agradará al presidente, por las formas y por la pasta), ya están notificando a los industriales de la restauración unos "módicos" incrementos de sus liquidaciones. No tienen enmienda, señor presidente. Leemos en la prensa que la última genialidad (suponemos que inspirada por el Oráculo), lejos de enmendar el camino erróneo, consiste en contratar a una compañía de comunicación para que "lave" su maltrecha imagen. ¿No sería más lógico que el señor Urrutia se pusiese a trabajar, adecuando la oferta, bajando los humos (propios y subordinados), y fuese recolocando los puertos "a su mando" dentro del mercado y en condiciones, si no mejores, iguales a nuestros competidores?
Señor Bauzá, con la que está cayendo, donde se pide continuamente a los ciudadanos esfuerzos y sacrificios, jamás contemplados hasta ahora, no es cuestión de seguir tolerando una gestión deplorable y prepotente a ninguna administración. No estamos pidiendo beneficios fiscales, ni exenciones, ni subvenciones. Estamos pidiendo que se gestionen adecuadamente los recursos públicos y que los puertos de Balears entren nuevamente en su contexto natural del turismo náutico, con cordura.
Somos humanos y nos equivocamos y usted, señor Bauzá, también se equivocó, en su momento, al proponer a Puertos del Estado, el nombramiento del señor Urrutia para presidir la Autoridad Portuaria de Balears. Lo que necesitaban estas islas es un gestor competente, conocedor del sector y su economía y con capacidad de ilusionar y abanderar un buen proyecto. Enmiende el rumbo, señor presidente, se lo pedimos respetuosamente y con humildad. Busque un buen presidente para nuestros puertos. Sáquenos de esta situación insostenible. La historia se lo tendrá en cuenta y los menorquines se lo agradeceremos.