Verano (VI): picaduras

Las altas temperaturas son propicias para que a uno le acometa un bicho y le segregue en la piel alguno de sus líquidos ofensivos, como consecuencia de lo cual acostumbra a aparecer una erupción con distinto nivel de molestia, incluso dolor. El mosquito toca-narices, la punzante abeja, la irritante medusa, el traicionero pez araña... Por suerte, hay varios remedios para cada caso, que van desde los de venta en farmacias a los tradicionales al estilo Txumari Alfaro. Si la acometida se produce en una playa con servicio de socorrismo, debe usted acudir al mozo o moza del mismo, con la tranquilidad de que de momento no aplican el copago ni piden factura a los bañistas sin papeles. Pero no solo los bichos producen punciones. A veces, las palabras duelen más que un aguijón o un tentáculo. En concreto, es especialmente nocivo el lenguaje artificial que hemos ido fabricando políticos y periodistas. Así el otro día, medio desprevenido por el sopor postcomida, no pude evitar que me saliera una figurada erupción en el oído al escuchar en IB3 al señor Bauzá hablar del "Estado español". ¡¡¡¡¡¡Hombreeeeee!!!!!! Que el latiguillo ideado por los nacionalista lo hayan adoptado los acomplejados del PSOE, vale, pero tú, José Ramón, con las energías que están empleando en la españolización de las Islas, que ahora me vengas con estos "chorri-eufemismos"... ¡Ay! Al menos las medusas y los mosquitos no me sorprenden, son más coherentes y más o menos sé por dónde me van a venir.