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Xerradetes de Trepucó

Augusto Miranda Godoy y su faceta de empresario

Mandos navales de la escuadra internacional reunidos en Constantinopla durante el conflicto de los Balcanes (1912-1913). Sentado, tercero por la derecha, D. Augusto Miranda, comandante del crucero Reina Regente ( Foto familia Antón Miranda).

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Debo confesar que desconocía la vertiente como empresario del almirante Miranda, de la cual escribe uno de sus descendientes, Jaime Antón Viscasilla .
Por R.O. de 27 de agosto de 1903, se le concedió el pase a la situación de excedencia (voluntaria) siendo relevado como 2º comandante del "Urania" el 12 de septiembre, desembarcando el día 15. Con su familia se instaló en Santander, ciudad en la que residieron hasta 1905. Allí, Augusto Miranda, en su fase de empresario, puso en marcha una fábrica de harina lacteada y de mermelada que llevaba como nombre comercial el de "Bebé". Como anécdota curiosa puede mencionarse que los frascos de estos productos alimenticios llevaban en su etiqueta identificativa la fotografía de un niño bebé con gorro marinero, que era precisamente la imagen de Perico Miranda, hijo menor de don Augusto.

Como acredita la revista "Industria e Invenciones", publicación semanal ilustrada de la oficina de propiedad Industrial, en su ejemplar de 19 de diciembre de 1903 (tomo 40 nº. 25) Miranda registró la marca "Bebé", de harina lacteada el 5 de agosto de ese año, y la renovó en años sucesivos. No sabemos exactamente cuantos años estuvo al frente de esta empresa manteniendo su propiedad. Es probable que cediese su gestión a algún socio durante los años siguientes a partir de agosto de 1905, fecha en que volvió al servicio activo militar.

Ascendió a capitán de fragata en julio de 1905, al mes siguiente embarcó en el crucero Cardenal Cisneros como segundo comandante, destacando su actuación al salvar a la dotación del mismo después de haber chocado contra los bajos rocosos de Meixedo, en la costa gallega, a la salida de la ría de Muros, el 28 de octubre de ese año, perdiéndose totalmente. La prensa española al dar cuenta del siniestro decía: Gracias a la sangre fría y precisión del segundo comandante Sr. Miranda, se logró el salvamento completo de la tripulación; hecho que fue elogiado por españoles y extranjeros.

En enero de 1906 fue nombrado ayudante mayor del Arsenal Militar de Ferrol, y en su época entre otras cosas, lleva a cabo la construcción de un aljibe flotante con capacidad para 100 toneladas de agua, por el proyecto, el levantamiento del plano de la cuenca del río de la Graña y varias obras de mejora de los muelles y talleres del Arsenal. Por estos méritos sería recompensado con la cruz del Mérito Naval, de 2ª clase.

En agosto de 1907 es destinado como segundo comandante del crucero Princesa de Asturias. En abril de 1908 pasó a ser comandante del cañonero Doña María de Molina, cuyo mando desempeñó durante dos años, realizando numerosas misiones.

El 18 de abril de 1910 fue promovido al empleo de capitán de Navío, y por Real Orden el 18 de mayo se le nombró para estudiar la organización y sistemas de enseñanza de las escuelas Navales de Alemania, Austria, Italia, e Inglaterra, países a los que viajó en compañía del teniente de navío de primera clase don Manuel Andujar y Solana, redactado posteriormente una pormenorizada y rigurosa memoria. Así mismo, redactó un proyecto de bases para la educación y enseñanza de los oficiales del Cuerpo General de la Armada, que constituyó un magnífico estudio programa con los criterios navales más modernos de su época.

Para el establecimiento de las bases y reglamentos de enseñanza de la futura Escuela Naval de San Fernando.

En octubre de 1910 fue destinado como jefe de Armamentos del Arsenal militar de La Carraca (San Fernando, Cádiz), cargo que desempeñará tan solo unos meses hasta marzo de 1911.

Por Real Orden de 9 de octubre de 1911 fue nombrado comandante del crucero Reina Regente, cuyo mando tomó en la Carraca el 14 de marzo; se trataba del segundo crucero de este nombre (el primero sucumbió en un terrible y misterioso naufragio en marzo de 1895, a unas millas de Tánger, con sus más de 390 miembros de dotación), y era posiblemente la mejor unidad de nuestra escuadra.

En junio de 1911 participó en una de las espectaculares revistas navales celebradas en Spithead con motivo de la coronación del rey Jorge V; en julio, desde Santander dio escolta al yate real Giralda, que llevaba a bordo a S.M. el rey don Alfonso XIII, hasta Inglaterra donde éste último participó en las regatas de Cowes, regresando en agosto.

Entre una gran lista de nombramientos y diferentes mandos, se decantó por tomar parte en la campaña del Kert durante la Guerra de África, realizando misiones de apoyo a las fuerzas terrestres y bombardeos contra los poblados moros hostiles en la costa del protectorado, por cuya intervención sería recompensado con la cruz de la orden del mérito Militar con distintivo rojo.

En las postrimerías del año 1912, con motivo de la guerra entre Turquía y los estados Balcánicos (Grecia, Bulgaria, Serbia y Montenegro), se temió una revolución (conflicto de los Balcanes), y por ello se reunió en el Bósforo una nutrida escuadra internacional que traspasó los Dardanelos y fondeó en Constantinopla, en un intento de neutralizar el mar Negro. Formaban parte de la misma numerosos buques de Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Rusia, Países Bajos, Rumania y España.

La designación del crucero Reina Regente para representar a España en aquel cónclave naval, como escribió Juan B. Robert en la Revista General de marina, en su número de abril de 1945, no fue hecha al azar entre los demás buques de guerra disponibles. En realidad se eligió en atención a las especiales cualidades de su comandante, el capitán de navío don Augusto Miranda y Godoy, que en distintas oportunidades había probado sus altas dotes diplomáticas y además de su conocimiento de idiomas, el de personalidades e instituciones políticas extranjeras.

Almirante, cinco veces ministro de marina, 1913, 1917, 1918 y 1919, la noticia de su promoción al Almirantazgo le llega a don Augusto en Constantinopla, 13 de marzo de 1913 a bordo del Regente, habiendo cumplido en esta fecha las condiciones de mando, siendo relevado interinamente por su segundo, que entregará después el mando al nuevo comandante, capitán de navío don Joaquín Gutiérrez de Rubalcaba y Villar.

(Mi agradecimiento a Dº. Jaime Antón y Viscasillas, por hacerme participe de su exhaustivo estudio, sobre uno de los más prestigiosos marinos que benefició a nuestro puerto, siendo acreedor de encontrarse expuesto, en la galería de hombres ilustres de nuestra ciudad, donde lamentablemente se encuentran ausentes los más meritorios y honorables)
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margarita.caules@gmail.com

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