El presupuesto del Plan Insular de Cooperación asciende este año a 2,6 millones, lo que permitirá desarrollar 40 proyectos en los distintos municipios. La aportación del Consell es de 990.000 euros, triplicando de esta manera la cantidad de 2012. El resto del dinero deberán abonarlo los ayuntamientos. El objetivo de esta iniciativa, que ya no cuenta con la participación de Madrid, es claro: potenciar la obra pública y dinamizar el sector de la construcción, que pasa por uno de los peores momentos de los últimos ejercicios. Con ello, la institución insular da respuesta a la petición que le habían formulado las patronales, en un contexto en el que la iniciativa privada está en unos niveles muy bajos.
El PIC, aprobado ayer por el equipo de gobierno y la abstención de la oposición, quiere ser un instrumento que beneficie a las empresas locales y una pieza más que contribuya a reflotar la maltrecha economía menorquina. Cabe destacar que la mayor parte de la inversión se realizará en Sant Lluís, con 1,3 millones, y con un importante esfuerzo del Consistorio para mejorar el casco urbano, principalmente Es Cós. Es positiva también la intención de reducir los plazos de tramitación para que los proyectos presentados puedan iniciarse lo antes posible.