Estaba yo relajada en un confortable asiento de peluquería, el de Casa Eloy de la plaza de san Roque, aquella plazoleta del alma de la que tanto hablo y si es designio de mi Dios pueda continuar en ello, cuando una señora, a la que Isabel estava posant guapa, comentó:
Se han enterado ustedes del fallecimiento de doña, fulanita (ahora no recuerdo su nombre). No, contesté a la vez que le preguntaba ¿cómo se ha enterado? Con el diario Menorca. Gracias al mismo todas las mañanas me entero de a quien ha llamado Dios. Continuó. Por cierto, no soy supersticiosa pero llevamos un 2013 malísimo, cuantas muertes se han producido, no tan solo de famosos, también mucha gente conocida de nuestra ciudad. El último Tirso Pons, el político de izquierdas, más guapo y plantoso de cuantos haya habido. Bueno señora, le repliqué no faci llarg, sin querer desprestigiar a nadie y mucho menos a Tirso. El más guapo Socialista Obrero español en nuestra isla, fue Borja Carreras. ¿Acaso lo duda? El más alto de tipo atlético y su mirada de Gari Cooper y para más INRI, con su carrera de arquitecto, cuando tener este título ¡Era molta cosa!, al contrario de hoy que cuando sale una reforma hi ha estirades.
No acabó ahí la cosa, debía darle mi opinión de Tirso Pons al cel sia. Si bien no fue el número uno de belleza física, fue el número mil en simpatía, agradable, amable, un caballero de pies a cabeza como decían los antiguos, una gran persona, que sabía allanar las cosas y calmar los temporales dialectales cuando se producían. recuerdo la primera vez que lo vi, fue en la casa del Mar, aquel bar restaurante que todo los viernes hace treinta y dos años nos encontrábamos un grupo de románticos unidos por un mismo amor, nuestro puerto de Mahón, recuerdo a Cristina Rita, ella tan guapa, con sus rizos dorados, Vidal con sus gafas y su dificultoso hablar por el que desgraciadamente algunas veces no te enterabas de lo que decía, Joan Vives, el hijo del maestro de dibujo, el mismo que nos daba pie a continuar las charlas interminables en la trastienda de su joyería de sa Ravaleta, donde hemos escrito tantísimas cartas a los Reyes Magos y su Inés, siempre complaciente invitándonos en su noria des Castell. Tranquilos, no me olvido de Mario Carreras, hablándonos de las peculiaridades de la Ignacia, y su fina estampa navegando por la rada, campeona en sus regatas compitiendo con la Roig, Jover, Delio, tampoco olvido a Rigo, el práctico. Este sí que sabía cosas que sucedían en baixamar, Enric Taltavull, heredero de la saga de los Femenías, para esta servidora los mejores como maestros de ribera, montadores de carros y galeras, y ya ven, me dejo para lo último a Montse Goñalons de can bunyol, chiflada diría yo por salvar nuestro patrimonio y a su hija, mi admirada Montsita que se dejaba llevar por su madre y Benjamín Carreras Font, el alma mater de la cuadrilla, el más enterado de todo el grupo, por algo trabajaba en es moll. Nombrado con todos los honores habidos y por haber el primer presidente de Amics des Port. Estos fuimos los primeros, después llegarían muchos más Paco de Llucmaçanes y sus herramientas de mestre d'Aixa, y otros, tantos que la lista sería interminable.
Allí en la Casa del mar, saboreando las deliciosas tapas d'en Recasens y su esposa Maruja, gran cocinera. En aquel ambiente amistoso a la vez que ansioso en poder salvar el patrimonio marítimo que se nos escapaba de las manos, como sucedió al no tener respaldo, de los que tanto esperábamos y tantas ilusiones habíamos depositado, los políticos, los gobernantes, estos fueron los culpables de que a principios de los ochenta del pasado siglo, no se iniciara el Primer Museo Marítimo de Menorca, al día de hoy allí se encontrarían, la motora Nº. 1 de Transportes Militares, motor del inicio de tal organización, varias falúas o llanxes de la misma entidad, las que iban y venían prestando el servicio de enlace entre el Hospital Militar, la isla del Rey y es Castell. Que todavía eran rescatables, al poco se pudrieron en una de estas calas, que se han varado nuestras embarcaciones para que murieran junto al mar. Varios botes, entre ellos un de culè, tèquines, una barca mariscadora en muy buen estado, dos snipes de finales de 1950, algún llaüt, y dos gutsis.
Hago punto y aparte, no deseo escalfar-me, lloré lo suficiente debido a la impotencia que sentí, y como dice el filatero, aquí para triunfar ya se sabe como va la cosa, no es suficiente disponer de ansias en hacer algo útil en miras a los que vendrán después y puedan enterarse del pasado, ni tampoco de tener buenos padrinos, hace falta mucho más. Prestigio social, titulación universitaria de cuatro a cinco llocs mejor si se encuentran situados cerca del mar, una cuenta bancaria que no esté bloqueada, ni tampoco corriente, mejor estática y que responda a muchos millones de euros, con estas credenciales se te abren las puertas de cuantas jerarquías una se pueda imaginar. Dice Praxèdies, olvidé citar, la graduación de general, esto también cuenta. Tu diràs, si compte.
Y así, en la barra de can Reca, hablé por vez primera con Tirso, me quedé boquiabierta por su desparpajo, como si nos conociéramos de toda la vida, tanto que tuve que votarlo, no podía ser de otra manera, me convenció, quien no se iba a convencer tras escuchar el chiste que él mismo se hacía? Es fácil suponer que todos lo habrán escuchado infinidad de veces pero voy a escribirlo. En su memoria, para ti, Tirso.
Yo vivía en Es Mercadal, es poble dels amargos i els carquinyols. Aquel día, frío com un ruc con un tabardo heredado de no sé quien, recuerdo que me sobraban por lo menos dos tallas, con una boina que llevaba calada hasta las mismísimas orejas, al salir de la escuela, mi madre me dijo: Tirso, hauries d'anar a sa botiga a comprar 10 kilos de patatas, té es doblers. Mamà ¿a on les pos? Dins sa boina… a continuación se escuchaba su propia carcajada, y un coro de cuantos le escuchaban. Tirso era así, un simpático de tomo y lomo. Aprovecho para dar mi más sentido pésame a su esposa y familia, esperando que desde donde se encuentre intente mandarnos personas como él y otros tantos, que navegan por el firmamento, haciendo de su bandera el ideario en bien de su tierra. Ya va siendo hora que el corralito de los gobernantes se reponga en bien de todos. De lo contrario vamos muy mal. Basta dar una ojeada alrededor y observar, que los funcionarios fueron los primeros en recibir la reprimenda, viéndose perjudicados sus honorarios, escuelas, personas mayores y los enfermos y aquí podría continuar enumerando a tantos estamentos, que me es imposible hacerlo. Han mostrat s'orella!
Empezando por la clase política, digamos el nivel que Vds. quieran, alcaldes, concejales, etc. con sus sueldazos, viajes a otros mundos i tira petit. Preguntándome, el porqué en una isla como la nuestra se necesitan ocho municipios, con sus respectivos secretarios, alcaldes, concejales, y empleados. Si el alto mando de Madrid, dice que estamos en crisis lamentándose de que no hay presupuesto, lo primero que ha de hacer es dar ejemplo, limpiar su casa y punto, pero no hacerlo pagar a los funcionarios, esto es el colmo. ¡A! y los consabidos sindicatos, que por el decir de la hija hermana de la cuñada del suegro de Quica, cobran un pastón incluidas comisiones.
De momento, la animeta quema acompañada de la plegaria al padre Huguet, para que no nos abandone, a la suerte de estos elevados precios del transporte aéreo, cuando se debería tener en cuenta que para nosotros viene a ser , díganle, ferrocarril, tren, ave, etc. también rezamos ilumine al nuevo responsable de cuentas de can Mateu Orfila. Les cuento, a primeros de marzo debía ser visitada, acompañando, analíticas, y pruebas varias, al día de hoy quince de Abril, ni pruebas, ni visita, todo tal cual, a fin de cuentas soy el número XXXXXXXXXXXXXXX, y qué les importa a los responsables de la seguridad social, si muero de dolor, si no puedo navegar, por supuesto si alguno de ellos padece algún mal, ni cola ni res de res, se trasladan directamente a Barcelona. ¿Por qué será?
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