El Ayuntamiento de Alaior ha desarrollado una idea excelente, convertir la tradición zapatera de Menorca en un punto de interés durante toda la temporada turística, con una buena exposición en la sala de Sant Diego y la presencia en la calle de esculturas de zapatos que ha cedido el Instituto Tecnológico del Calzado de España.
La industria, en este caso la del calzado, necesita contar con todo el apoyo social posible. Merece el reconocimiento público por la tradición de tantas personas, empresarios, artesanos y trabajadores que han escrito la historia de este sector y también por la lucha de las empresas actuales por seguir siendo punteras en moda y diseño.
Además, es positivo que los menorquines sepamos dar valor a lo que tenemos. Potenciar la venta de calzado durante la temporada turística es necesario y una forma de despertar el interés de compra es haciendo que los turistas perciban el peso de esta actividad, mediante la exposición y la muestra de zapatos gigantes en varios puntos de la población.
El concepto que inspira la iniciativa del Ayuntamiento de Alaior debería servir para poner en marcha acciones similares.