La Comisión Balear de Medio Ambiente aprobó ayer el informe favorable a la reforma del tramo de Maó a Alaior de la carretera general, lo que ha de permitir el desarrollo del proyecto. Lo hace sin embargo con una serie de condicionantes y algunas sugerencias. El objetivo general es que las dimensiones de las rotondas de nivel inferior se reduzcan y ocupen menos superficie. De hecho, el Consell ya se había mostrado dispuesto a llevar a cabo algunos cambios en el proyecto, reduciendo el impacto sobre el territorio. Por tanto, no se eliminan las rotondas, como pedían algunos colectivos, y se mantiene el modelo del diseño de la reforma de la carretera, con modificaciones para que la ocupación de terreno sea inferior. Ahora corresponde atender las peticiones de Medio Ambiente y aplicar los cambios en el menor plazo de tiempo posible, para que se pueda licitar la obra y proceder a su ejecución a partir del mes de noviembre. El ajuste debería ser suficiente para cerrar la polémica sobre el diseño de la reforma y poder llevar a cabo los trabajos de mejora de la principal vía de comunicación de la Isla. De esta forma no se perderá la inversión del Convenio de Carreteras.
Editorial
Aprobada una reforma de menor impacto