Desde que el Partido Popular accedió al gobierno de España muchas son las cosas que han cambiado en este país y muchas son todavía las que quedan por cambiar. De la situación económica al borde del rescate en que nos encontrábamos, con una prima de riesgo que superaba, el pasado verano los 650 puntos básicos, -¡cuánto les cuesta recordarlo a algunos!- a una situación como la actual, con una prima en torno a 260 puntos básicos. Nadie habla ya de rescatar a España, ni siquiera los que desde el desconocimiento más absoluto de lo que esto podía representar pedían el rescate para poder cobrar las deudas de sus propias Administraciones, demostrando que no tenían ni idea de lo que estaban hablando. Se está reduciendo de un modo considerable el dinero que tenemos que destinar al pago de los intereses de la deuda y cada subasta del Tesoro se salda con buenos resultados.
Las exportaciones consiguieron en 2012 el mejor dato de la serie histórica y en el primer semestre de 2013 se han consolidado. El turismo se está demostrando uno de los puntales sobre los que se asienta la recuperación económica. Se alcanzan records de llegadas de visitantes. El turismo internacional ha registrado este año el mejor dato desde julio de 1995. Estamos en un año de record y creo que esto sin duda también ayuda a la recuperación y sobre todo a insuflar, porqué no, dosis de optimismo y confianza en nuestras posibilidades como país atractivo en el exterior.
Evidentemente, aún queda mucho por hacer, la tasa de paro está alrededor del 26 por ciento y esto es inasumible como país: por el despilfarro de capital humano que significa, porque es un freno a las expectativas personales de las personas, porque empuja a ciudadanos españoles a salir fuera a trabajar y también por el gasto social que, con cargo a los PGE, representa para todos el pago de los subsidios y de las ayudas sociales, imprescindibles por otro lado y que les debemos a nuestros compatriotas en paro.
Hay datos positivos que esperemos se vean confirmados en los próximos meses, se está creando empleo, aunque la prudencia sugiere esperar a conocer cómo evoluciona la tendencia después del verano.
Se han hecho muchas reformas, recortes, políticas de ajuste duro pero creo que imprescindibles. Unos mejor vistos que otros, unos más fáciles de asumir e implementar y otros menos. Aún falta mucho camino por recorrer, quedan pendientes reformas de gran calado como la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, medidas de consolidación fiscal y de Seguridad Social, Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, Ley de Garantía de la Unidad de Mercado, el marco normativo de la Reforma Energética, Ley de Apoyo al Emprendedor y otras que afectan a sectores muy variados y vitales para lograr una recuperación económica estable y de futuro.
Han sido 20 meses complicados y duros que se han superado por el convencimiento de estar haciendo las cosas de la manera correcta para remontar la dramática situación con que nos encontramos. Todavía queda mucho trabajo por delante pero hay que seguir con las reformas necesarias para lograr el gran objetivo de esta legislatura: la recuperación económica y con ella la mejora del bienestar de todos los ciudadanos.
Haber evitado el rescate de España, haber mantenido el sistema de bienestar y de prestaciones sociales: pensiones, prestaciones al desempleo, ayudas sociales y además haber impulsado una política de reformas que ha hecho que volvamos a ser respetados como país y que hayamos asentado las bases del futuro crecimiento económico, permite que, a pesar de no poder estar satisfechos por lo mucho que aún queda por hacer, sí podamos sentir que el esfuerzo compartido por todos está empezando a dar sus frutos y los resultados, antes que tarde, llegarán para beneficio de todos.
Confiamos en que cuando acabe esta legislatura -ahora estamos prácticamente en la mitad-, el resultado y la situación en que nos encontremos haga que podamos sentir que todo el esfuerzo y los sacrificios llevados a cabo han valido la pena y las bases de una nueva situación económica, de una nueva manera de entender las finanzas públicas, las Administraciones Públicas y el propio ejercicio de la acción política sea una realidad palpable en la sociedad española.