Nuestra vida empieza en biología y acaba en biografía. Nos vamos definiendo a medida que respiramos; y esta construcción y reconstrucción permanente requiere de continuas elecciones, decisiones y renuncias. Tratamos de resolver así, los numerosos y variados problemas que nos encontramos por el camino.
Antes había una historia universal (que se conserva en el Louvre), la historia de España (selección de hechos, como siempre) y la historia de cada uno, con sus raíces y su árbol genealógico. Ahora estamos inmersos en un zapping continuo, donde la información se entremezcla y se confunde, se interfiere y se interrumpe abruptamente, sin aparente sentido, sin orden ni concierto. Crimea, Kiev, Putin, el retorno de la Guerra Fría o el riesgo de una Tercera Guerra Mundial… Todo intercalado con anuncios y entretenimientos dirigidos al gran público, o a unas minorías selectas…
Una profesión de futuro será la de Arqueólogo digital (Digital archaelogist). Un experto en limpiar la identidad digital de personas o sociedades que, por cualquier motivo, necesiten eliminar los rastros que han ido dejando en la red y que podrían llegar a perjudicarles. Si te arrepientes de lo que pusiste, tus datos serán eliminados por un módico precio. Ego te borro: será como suprimir tus antecedentes penales o perdonar tus pecados.
Si no les dice nada este artículo, mejor que lean otro. No pasa nada por cambiar de opinión.