Ante algunas actuaciones de este gobierno no me queda más remedio que pensar que creen que la ciudadanía la formamos un atajo de bobos de solemnidad. Nos anuncian una especie de mano dura (que ya era hora) contra la corrupción. Una voluntad inequívoca por boca del señor presidente de liderar acciones contundentes para erradicar la metástasis de corrupción que tiene contaminadas todas las instituciones y a la primera oportunidad diríase (permítaseme la metáfora) que van como si hubieran tomado una buena ración de escopolomina, lo que en lenguaje coloquial diríamos burundanga. Curiosa sustancia que suprime la voluntad de quien la toma, además de perder la memoria mientras se está bajo sus efectos. A tenor de lo que va del dicho al hecho, porque fíjense, acaba de publicarse que en Bankia maquillaron la situación real de sus cuentas antes de salir a bolsa. Por otro lado, cómo sería, además, de nefasta la gestión de sus responsables que para evitar la quiebra el gobierno aportó 22.000 millones de euros a cuenta de los epañolitos, que no eran euros sacados del bolsillo del gobierno precisamente. Por si todo el despropósito de Bankia no fuera ya suficiente, surgió lo de las tarjetas black. Más que negras, obscenas. Y con todo ese lodazal, va el gobierno y desde su rodillo evita una comisión de investigación. Como una prueba de estar dispuestos a luchar contra la corrupción. Ahora mismo les digo señores del gobierno, que lo están bordando. Un partido, además, que en el albañal de la Gürtel, tiene un tesorero en la cárcel y otros dos tesoreros imputados. Un presidente del gobierno que en sede parlamentaria tuvo que escuchar como el responsable del mayor partido de la oposición le decía: «Yo no me siento en un despacho remodelado con dinero negro». Pero además, atentos a lo que ya se dice en algunos programas de televisión: «¿Cómo va a limpiar la corrupción quien es presidente gracias a la corrupción?», (dicho en el programa de Mamen Mendizabal, 27-11-2014). Con todo eso a cuestas, y no es baladí la carga, van y niegan una comisión de investigación en Bankia.
Miren, en EEUU los de Lehman Brothers y otros desastrados responsables del sistema bancario americano, llevan ya muchos meses en la cárcel. Aquí, con varias cajas, con unos resultados financieros desastrosos además de algún banco, no hay nadie en la cárcel. Ni se les espera.
Lo de Bankia, que ha arruinado a miles de pequeños inversores, no ha supuesto de momento que ninguno de aquellos que idearon semejante ingeniería financiera, esté al día de hoy judicializado, cuando en mi opinión debería de ser el propio gobierno quien fuera en este turbio asunto especialmente beligerante. No está el PP ni el gobierno que lo sustenta ni tampoco por eso el señor presidente, para tirar cohetes respecto a ir sobrados de credibilidad. Y además, van a entrar en un año electoralmente muy complicado.
Rajoy lo fía todo a una mejora de la economía. No debería de olvidar el presidente que con los votos de la patronal no va a ninguna parte. Y de momento, no ha llegado ni creo que vaya a llegar al conjunto de la ciudadanía ninguna mejora sustancial de orden social o económico durante el 2015. Si echamos una ojeada a los últimos estudios publicados sobre la opinión pública, veremos cómo precisamente es la corrupción lo que más preocupa a una población harta, asqueada de tanto chorizo. Y cuando surge la primera posibilidad para que la gente perciba que el gobierno está dispuesto a dar la batalla en ese tema concreto, van y se cargan la comisión de investigación en el asunto de Bankia. ¡Enhorabuena! Sin duda saben ustedes lo que hay que hacer para recuperar la confianza perdida del personal.